Nominado ya en alguna ocasión a los Premios Grammy (cinco
veces) por su conocido buen hacer como guitarrista, Robben Ford publica
discretamente pero por la puerta grande que supone hacerlo con Mascot Records
un nuevo disco de puro Blues de corte clásico para el que ha contado con
compañeros músicos de primera línea. Entre ellos respetados nombres como el
organista Larry Goldings, el batería Harvey Mason o el bajista David Piltch y
el trombonista Steve Baxter. Con ellos, ha vuelto a darle voz y alma a sus guitarras
volviendo a sus raíces, al sonido crudo al que rinde homenaje con temas propios
o versiones de clásicos como el “Bird’s Nest Bound” de Charley Patton o el tema
de Bob Dylan “You Go Your Way and I Go Mine”. El resultado son diez temas que
los amantes del Blues clásico degustarán como el vino mejor hecho, mientras que
cualquier nuevo fan del género encontrará aquí la Biblia básica a cómo tocar,
sentir y enseñar lo que un género tan longevo aún tiene que dar a las nuevas
generaciones de músicos y fans de la música. Redondo a más no poder.
El título ya da una pista de por qué terrenos se mueve el
álbum, ya que Ford vuelve a sus raíces en las diez canciones que lo componen,
lo que incluso expresa gráficamente en la contraportada, con esa foto de su
adolescencia que la ilustra. Es "Bringing It Back Home" un álbum
enfocado principalmente hacia el Blues, aunque también hay espacio para el
Jazz, el sonido de New Orleans o incluso el Funk y el Soul. Ford recorre los
caminos rurales del blues para llegar a terrenos más sofisticados repletos de
clase y elegancia jazzy, incluyendo versiones como "Bird's Nest
Bound" de Charley Patton, "Most Likely You Go Your Way (and I'll Go
Mine)" de Bob Dylan, "Everything I Do Gonna Be Funky" de Alan
Toussaint o "Trick Bag" de Earl King. Para delicia de sus fans.
Long Wave es el titulo del segundo album del cantante Ingles
Jeff Lynne donde las canciones "At Last" y "Mercy Mercy"
son los primeros singles.
Como no puede ser de otra manera, el álbum está
primorosamente producido en general... las guitarras suenan perfectas, elegidas
con cuidado y elegancia, ejecutadas con maestría y talento y los arreglos de
teclados son discretos pero efectivos; recuerdan mucho a sus producciones de
los noventa. No puede decirse lo mismo de la percusión. Jeff Lynne es un
batería modesto, y eso se nota en el resultado final. Pienso que estas
canciones necesitan más dinámicas, más flexibilidad y más recursos
estilísticos. Y en cuanto a la voz, Lynne ha cuidado su garganta, desde luego,
y aunque no haya elegido temas demasiado exigentes con la tesitura vocal,
todavía mantiene su personalidad y su talento, algo envidiable después de
tantos años cantando.
Long Wave es un disco repleto de momentos preciosos. Su
primer corte, y sin duda el mejor del álbum, es una adaptación del She de
Aznavour, en la que Lynne recupera lo mejor de sí mismo y lo utiliza para
recrear magistralmente esta bella canción con sensibilidad y un gusto exquisitos,
con energía pero con contención, y tiene unas armonías corales simplemente
geniales. Una de las mejores versiones que he escuchado de este gran clásico.
If I Loved You es otro hermoso tema que permite comprender el porqué de la
música de este compositor y productor. Sus cambios de acordes, sus armonías, su
tono melancólico... son ingredientes que permiten a Lynne expresarse con
naturalidad, como pez en el agua. No sorprende en absoluto que haya escogido
este tema de Rodgers y Hammerstein pues utiliza el lenguaje que ha encandilado
durante años a los seguidores de Lynne. Además, saca del desván sus genuinos
arreglos de teclado que tanto encanto han dado a sus producciones, qué alivio.
So Sad (To Watch Good Love Go Bad) es un clásico de Don
Everly, el mismo de los Everly Brothers, célebre dúo norteamericano, muy
influyentes también no sólo en la música de Lynne, sino también en otras bandas
como The Beatles, The Eagles o The Beach Boys; es interesante destacar que esta
influencia converge en Lynne por partida doble cuando escuchamos esta canción,
pues también se aprecia en esta adaptación la influencia de Lennon y
MacCartney, especialmente en la parte vocal. El toque country y el suave
vibrato de la guitarra eléctrica hacen que este tema conserve su aroma clásico.
Mercy Mercy, el siguiente corte, fue elegido con acierto como adelanto al
álbum. El tema de Don Covay da pie a Lynne para una adaptación fresca, más bien
desinhibida, con un espíritu clásico muy marcado, deliciosos cambios de acorde,
gran instrumentación y cuidados detalles, balance perfecto en el resultado
global. El tour de force vocal está en el siguiente tema: Running Scared, de
uno de los cantantes y músicos más admirados por el propio Lynne, pues hay que
tener valor para versionar a Roy Orbison. Lynne siempre manifestó que Orbison
era el mejor cantante de la historia del rock, acercándose a él con modestia,
aunque Lynne no está tan lejos de las aptitudes vocales de Orbison, saliendo
del paso airosamente. Por lo demás, mantiene la estructura de la canción,
simplemente revisándola hacia un sonido más actual.
Bewitched, Bothered and Bewildered es para mí otro de los
platos fuertes del álbum. Es un precioso tema de Rodgers y Hart, con una
introducción que te atrapa y un aire tristón que lo hace muy atractivo... las
cuerdas, los coros, las guitarras suaves, el piano, todo crea una atmósfera
llena de encanto; Smile, un clásico de Chaplin, Turner y Parsons, suena
maravillosamente en manos de Lynne (personalmente, me gusta más la versión de
Franco Battiato, pero esa es otra historia). Es innegable que el inglés ha
conseguido dotar a un tema de tiempo lento de viveza y ritmo, tiene un sonido
compacto muy atractivo que nos recuerda en todo momento que estamos escuchando
una obra de uno de los grandes... Sigue At Last, y agradezco a Lynne la
inclusión de este precioso tema, uno de mis favoritos de todos los tiempos,
escrito por Gordon y Warren a comienzos de los cuarenta pero sobre todo
popularizado por Etta James en 1.960. Recuerda mucho a las adaptaciones que
hizo de September Song y Stormy Weather que el propio Lynne publicó en Armchair
Theatre. Sí me sorprendió, en cambio, que incluyera Love is a Many Splendored
Thing. Cuando se anticipó el contenido de este álbum no hace mucho, no era
capaz de imaginarme qué demonios habría hecho con una canción tan ñoña y
melosa, seamos sinceros. Pero ha sabido sacar a esta canción de esa atmósfera
cheesy e insuflarla vida, cantandola a su estilo - con sus buenos falsetes - y
recuperando esta vieja gloria, recordándonos que, a pesar de todo, esta canción
tiene una melodía realmente notable.
En Let it Rock, otro clásico de Chuck Berry, simplemente
realiza una instrumentación correcta. Seguramente el rock de los cincuenta sea
uno de los estilos más rígidos y menos dados a la improvisación, al menos en
cuanto a su estructura y acordes (hecho que motivó la ruptura del beat
británico, sacando al mundo del sopor del rock clásico). El último tema de la
edición europea es tal vez el menos afortunado, ya que Beyond the Sea, bonito
tema escrito por Lawrence y Trénet no es apto para una versión, al menos tal y
como Jeff Lynne nos la propone. No acabo de ver el truco a esta versión, para
mí un tanto forzada, que no adapta con gracia - como hizo en Love is a Many...
- y que no parece llevar a ninguna parte. Lástima, creo que es un punto débil
en Long Wave.
Por fin Lynne vuelve, y más fiel que nunca a su estilo y a
sus raíces, y esto es de agradecer.
Este es el tracklist del album:
01. She
(Charles Aznavour, Herbert Kretzmer)
02. If I
Loved You (Richard Rodgers, Oscar Hammerstein)
03. So Sad
(To Watch Good Love Go Bad) (Don Everly)
04. Mercy,
Mercy (Don Covay, Ronald Dean Miller)
05. Running
Scared (Roy Orbison, Joe Melson)
06.
Bewitched, Bothered and Bewildered (Richard Rodgers, Lorenz Hart)
07. Smile
(Charlie Chaplin, John Turner, Geoffrey Parsons)
08. At Last
(Mack Gordon, Harry Warren)
09. Love Is
a Many-Splendored Thing (Sammy Fain, Paul Francis Webster)
10. Let It
Rock (Chuck Berry)
11. Beyond
the Sea (Jack Lawrence, Charles Trénet)