Considerado una de las obras maestras de Eric Clapton en
solitario (al lado del debut homónimo de 1970 y de “461 Ocean Boulevard”),
“Slowhand”, publicado en 1977, es el disco que incluye ‘Cocaine’, el tema de
J.J. Cale con el que Clapton accedió a las listas de venta. y se escuchó en las emisoras de radio como si nada
(imaginen semejante cosa en esos tiempos de oscurantismo conservadurismo-liberal en Inglaterra).
Se trata de un disco tranquilo, de alguien que siguió esa
travesía que iba del blues al soft rock apto para todos los públicos (en eso
coincidió con Fleetwood Mac), pero ahí quedaba esa particular manera
de tocar la guitarra, generando uno de los sonidos más elegantes de la
historia del rock.
Aunque grabado en Londres (con producción de Glynn Jones), y
como siempre en Clapton, es un disco de impronta estadounidense, que circula
entre la balada pop (‘Wonderful tonight’, ‘May you never’), el country (‘Lay
down Sally’, ‘Next time you see her’), el rock (el largo, rugoso y denso ‘The
core’, con espacio para que Clapton se luzca con su guitarra y para que Mel
Collins haga lo propio con el saxo) o el blues-country (‘Mean old Frisco’), e
incluso tiene cabida un tema tan inclasificable como el hermoso instrumental
‘Peaches and diesel’ que cierra el álbum. Canciones que, más o menos, quedaron
ensombrecidas por el poder de ‘Cocaine’, que catapultó el álbum y que, de paso,
sacó de la cómoda oscuridad en la que vivía al genial J.J.
Cale.
En todo caso,
no es “Slowhand” el disco puramente “mainstream” que se le supone, no, es una
obra que, desde el blues, mira a otros géneros, en ocasiones buscando lo
relajado y en otras apostando por trazos más rítmicos, brillante en todo
momento.
Pero hay más, porque esta edición del treinta y cinco
aniversario editada en formato Deluxe, se completa con cuatro temas que,
grabados en las mismas sesiones de “Slowhand”, no han salido a la luz hasta
ahora: son tomas algo ásperas, con la gracia de no estar pulidas del todo:
‘Looking at the rain’ (sencilla y estremecedora versión del tema de Gordon
Lightfoot), la tradicional ‘Alberta’, el blues ‘Greyhound bus’ y la maravillosa
‘Stars, strays and ashtrays’. Buen material para completistas, desde luego.
Además, un segundo cedé grabado en directo en Londres, en el
Hammersmith Odeon en abril de 1977, un mes antes de que comenzaran las sesiones
de grabación de “Slowhand”, y con la misma banda base que grabó el elepé (así
que la secuencia sonora tiene todo el sentido), da muestra del pulso rockero
que mantenía Clapton en vivo en aquel tiempo. Se abre con fuerza con ‘Tell the
truth’, sigue con el ‘Knocking on heaven’s door’ dylaniano convertido en
paladeable reggae, como reggae es la demoledora versión del ‘I shot the
sheriff’, de Marley, perdida en solos hasta alcanzar los catorce minutos (por
estas cosas el punk quería acabar con el rock de la época). Es una banda
engrasada y potente que, versátil, lo mismo suena dulce como se acelera y echa
humo en cortes como ‘Steady rolling man’, ‘Further on up the road’ o en esa
toma fiera del glorioso ‘Layla’. Para nada este es un directo menor o de
relleno, ¡muy al contrario!
Roy Buchanan es uno de esos músicos malditos y atormentados
que han existido y existirán en la historia del Blues Rock. Como todo romántico se
suicidó en su celda ahorcado tras ser detenido por conducir borracho. Aunque su
familia más cercana niega la posibilidad del suicidio y apunta a otros
factores, como una posible agresión de la policía. En cualquier caso Roy era un
talento tocando blues, he incluso fue tentado por los Rolling Stones para tocar
a principios de los setenta, pero el bueno de Roy rechazó la invitación. El
prefería pasar desapercibido y seguir tocando blues. Como buen músico maldito
también tenía bastantes problemas con el Alcohol. Como tantos otros
guitarristas de blues, como Rory Gallagher y Stevie Ray Vaughan, el Alcohol se
convirtió en el refugio de este gran bluesman olvidado.
Descubrí a Roy en casa de un amigo, cuando de repente
escuché un temazo de Blues con una guitarra incendiaria que casi me recordaba a
Hendrix. Roy no tiene nada que ver con Hendrix, pero su forma de tocar me
recordó al dios de Seattle. El tema que escuché se llama "When the guitar
plays the Blues". En ese preciso instante investigué y escuché toda su
discografía, sorprendiéndome y ascendiendo a mi particular Olimpo de dioses
musicales.
Roy era uno de esos poquísimos guitarristas capaces de hacer
llorar a su guitarra, su técnica no es muy ortodoxa pero si muy sentida.
Mi Disco favorito de Roy quizá sea el "Live in
Japan".
El disco comienza con un instrumental increíble titulado "Soul
Dressing" en él, Roy nos muestra todo su poderío guitarrero así de
entrada, sin anestesia. Luego le sigue el "Sweet Honey Dew" que es
una de mis canciones favoritas. Si tienes un día triste te pones este tema y
enseguida se te quitan las penas. Increíble temazo. Más tarde nos encontramos
con una joya perdida en el tiempo, una versión del Hey Joe que para mi gusto es
mejor que la versión que hizo Hendrix en su día, pero bueno, si no fuera por
Hendrix quizá no conoceríamos la canción Hey Joe. Impresionante Feeling, su
Telecaster suena tan potente que es capaz de ponerte en órbita.
Los acordes
ejecutados y su uso del volumen exquisito nos hacen levitar. El disco entero es
una maravilla y es una escucha recomendada para todos los amantes de la música
en general y del blues en particular. Bueno y nada más solo cabe que conozcas a
este personaje sino lo conoces y si lo conoces pues que lo revisites....
Lista de canciones:
1. Soul Dressing
2. Sweet Honey Dew
3. Hey Joe
4. Slow Down
5. Lonely Days Lonely Nights
6. Blues Otani
7. My Baby Says Shes Gonna Leave Me
8. Sweet Dreams
Joe Bonamassa rinde tributo a una de las grandes cantantes y
compositoras del sonido blues-rock, Beth Hart, con un disco de versiones
titulado “Don’t Explain”. El álbum tiene como productor a Kevin Shirley (Joe
Bonamassa, Led Zeppelin, Black Crowes) y cuenta con diez canciones estilo blues
interpretadas por Bonamassa y su banda.
Es mas que evidente que Joe Bonamassa es el guitarrista mas
en forma de la escena actual, no solo a nivel compositivo o tecnico, tambien
mediaticamente hablando. No podemos negar que su musica esta en boca de todos,
y navegando entre el abismo del ser objetivos o subjetivos, lo que esta claro
que la calidad de "Dust bowl" o Black Country Communion estan fuera
de toda duda, y solo es necesario escuchar sus riffs para descubrir las
excelencias del guitar hero de New York.
Pero eso no deja de ser un arma de doble filo. La gente del rock tenemos la costumbre -no se
si insconciento o no, o quizas apegada al way of life-, de elevar a los altares y luego querer enterrar
con la misma velocidad. Nos partimos el pecho cantando las alabanzas de quien
sea, loando su sonido, actitud e
influencias antes de conseguir formar parte del mainstream, y una vez
conseguido, lamentamos su falta de ideas, repetitividad,
originalidad..................... "ya no es igual....", quizás lo que
no es igual es que ahora disfrutan mucha mas gentes de su musica.
En tanto Beth Hart es actualmente una de las voces más
poderosas y sentidas de la música estadounidense. Hart es ante todo una
grandísima intérprete de directos que se suele hacer acompañar de baterías
demoledoras, bajos contundentes y guitarras trepidantes como cataratas de
cuchillos, al lado de los cuales su voz es un prodigio de sensibilidad,
elasticidad y potencia. Aunque sus mayores éxitos los ha cosechado como
intérprete de baladas pianísticas, que parecen un palo obligado en ese país de
contrastes, su vertiente más memorable es la de cantante de blues rock.
El listado de canciones de “Don’t explain” es el siguiente:
En elaño 2001 Peter Green, guitarrista y antiguo miembro
de Fleetwood Mac, dejó terminado un álbum que finalmente no vio la luz… hasta
ahora. Eagle Rock Entertainment ha rescatado esta reliquia para sus seguidores
y lo comercializará en la página de Green y en los conciertos que el artista brinde.
La fecha de lanzamiento elegida para este trabajo de
Peter Green fué el 24 de julio. Por cierto, que el álbum se llamará "Blues Don’t
Change" y en él Pete Green y su banda (rebautizados como Peter Green Splinter
Group) reinterpretan clásicos del blus de BB King, Willie Dixon, Albert King,
John Lee Hooker y Freddie King, entre otros.
Peter Green Splinter Group está formada por el vocalista y
guitarrista Nigel Watson, el batería Larry Tolfree, el teclista Roger Cotton y
el bajista Pete Stroud, además del propio Green.
Peter Green es un guitarrista inglés de
blues rock y miembro fundador de la banda Fleetwood Mac.
B.B.King se refirió a Green como "el único hombre que
me llegó a hacer sudar". Aunque el fraseo de Green no era tan rápido o
repentino como el de sus colegas bluesbrakers Eric Clapton y Mick Taylor,
estaba marcado por un distintivo vibrato y economía de estilo. Además varios
guitarristas han señalado a Green como una gran influencia, entre ellos Gary
Moore, Ritchie Blackmore, Joe Perry, Dave Edmunds y Bernie Marsden.
Este es el listado de canciones de Blues Don’t Change:
Sonny Landreth sigue siendo un gran desconocido dentro del
panorama actual del Blues y rock and roll.
Salvo para un público más documentado en el blues y sus
variantes, y sirviendo de ligera excepción su directo Grant Street; sus álbumes
han pasado tan inadvertidos como su figura y su sonido. Hoy podemos disfrutar
de los sonidos de su noveno álbum, el instrumental "Elemental
Journey".
Cualquiera que coloque sus oídos delante de este artefacto
sonoro, podría pensar que se encuentra ante uno de los discos de Jeff Beck con
el Jan Hammer Group o ante una secuela más del Shut’up and play yer guitar de
Frank Zappa, aunque en él ni se escuchen sintetizadores ni escalas pentatónicas
asimétricas; sino tan solo los gemidos que liberan las cuerdas de una guitarra
cuando se las ataca con un slide.
Quizás sea la carencia de textos, en los once temas que
componen el álbum, lo que le confiera una sonoridad matizada por el jazz,
aunque el rock esté presente en todas y cada una de las porciones de éste
álbum. A destacar, para un servidor, la melodía jazz rock sobre la que se
construye For You And Forever, los ritmos latinos con sabor cubano de Forgotten
Story o el riff rockero y pulsante de Elemental Journey, en un álbum en el que
la música del guitarrista, asentado en Louisiana, explora territorios más
experimentales, sin dejar de sonar a Sonny Landreth.
Este mes se ha lanzado “Born and Raised”, el último trabajo
de John Mayer.
Creemos que BORN AND RAISED es la culminación de todos estos
años de duro trabajo. Su álbum mas redondo hasta la fecha, superando incluso a
"Continuum" (2006) que, hasta ahora, era su trabajo mas aclamado.
A lo largo de estos años, John Mayer nos hizo creer con sus
canciones que aparentaba mas edad de la que tenía en cada uno de sus trabajos.
Porque siempre ha poseído una madurez innata. BORN AND RAISED es el trabajo mas
adulto de toda su discografía. Es ese álbum que marca un punto de inflexión en
la carrera de un artista. Doce cortes del mejor Folk-Rock excelentemente
producidos por Don Was y el propio Mayer que consiguen demostrar lo que
nosotros ya sabíamos, que estamos ante uno de los artistas mas talentosos de
las dos últimas décadas y digno relevo de leyendas vivientes como Neil Young o
Bob Dylan. Es probable que dentro de veinte años John Mayer signifique para
muchas generaciones lo que significan Young o Dylan hoy para nosotros.
Este disco ha conseguido ser Nº1 en ventas en E.E.U.U.,
además de recibir excelentes críticas. Nosotros nos sumamos a ellas y lo
recomendamos encarecidamente desde aquí.
Mayer ha recibido ya ocho premios Grammy a lo largo de toda
su carrera. Pero que no ha vivido una noche todavía en la que su disco arrasase
con seis u ocho Gramófonos de una tacada. BORN AND RAISED puede ser ese disco.
Joe Bonamassa se ha destacado por, además de un
talentosísimo guitarrista, ser un músico prolífico. El tipo no se detiene y
constantemente está inmerso en diversos proyectos. Alguien pudo haber pensado
que esto de alguna forma podría pasarle la cuenta al norteamericano, pero los
hechos demuestran lo contrario. Joe Bonamassa está recorriendo, desde hace
algunos cuantos discos atrás, la curva más alta en lo que va de su carrera.
Pareciera ser que el músico ya no conoce alturas menores.
The Ballad of John Henry (2009), Black Rock (2010) y Dust
Bowl (2011), este último recientemente acreedor de un Blues Music Award en la
categoría de Mejor Disco de Blues Rock, son una trilogía sólida y alucinante.
Es de alguna forma gracias a este superlativo trío de álbumes, que Joe
Bonamassa se encuentra bordeando la cima del Blues Rock mundial.
Es innegable que Stevie Ray Vaughan es el motivo principal
por el que en la actualidad existan tantos exponentes de Blues Rock, algunos
que no son más que una copia descarada y desvergonzada, y otros que en sus
canciones mantienen algunos vestigios sonoros del malogrado genio guitarrista
de los ‘80. Bonamassa fue sindicado como uno de los candidatos a ser el SRV de
los tiempos actuales. Lo cierto es que está mucho más cercano a ser quien tome
el relevo para poblar el vacío dejado por la muerte de Gary Moore, antes que cualquier
otra cosa. No es sorpresa para nadie que Joe se nutrió mucho de los sonidos del
British Blues y eso es algo que en su música se nota a primera escucha.
"Driving Towards the Daylight" está dentro de lo más blusero
que Joe haya lanzado en el último tiempo. Es un álbum que en once canciones
exuda Blues Rock a destajo, sin excusas ni disculpas. Desde el genial inicio
junto a Dislocated Boy hasta el término de la placa con la potente Too Much
Ain’t Enough Love, con la colaboración de Jimmy Barnes, es un tránsito
constante, aunque sin demasiadas sorpresas, entre los salvajes y alucinantes
solos de guitarra, a los que nos tiene acostumbrados Bonamassa, y efectivos
riffs.
Los covers siempre han estado presentes en los discos de Joe
Bonamassa y Driving Towards the Daylight no es la excepción. Stones in my
passway de Robert Johnson suena genial y demuestra la soltura con la que
Bonamassa se condiciona a la esencia estructural y melódica de la canción,
Whose Been Talking, original de Howlin’ Wolf, inicia con el mismo lobo hablando
acerca de la música, para luego adentrarse en el estándar de la canción. I got
all you need de Willie Dixon suena clásica y fresca al mismo tiempo. Lonely
Town Lonely Street de Bill Withers y la genialmente reestructurada versión para
New Coat of Paint, original de Tom Waits, son el resto de reversiones que el
álbum nos ofrece.
El corte homónimo es perfecto. La emotividad melódica de
Driving Towards the Daylight es encantadora, funcionó muy bien como inicio del
trabajo promocional del disco del mismo nombre. El fantasma de Gary Moore
merodea con fuerza en el slow blues A Place in my heart. Esta canción no hace
más que ser la aserción a la tesis expuesta anteriormente.
Las teclas del Hammond B3 sin duda tienen un rol muy
importante en Driving Towards the Daylight, creando una plataforma o caminando
junto a los artificios de la guitarra. Sin duda que cierta parte del crédito
del gran logro conseguido en Heavenly Soul sea gracias al B3 y también al
incesante matiz armónico de las cuerdas. Otra canción bastante notable es
Somewhere Trouble Don’t Go, su sonido modernoso es cautivante.
Driving Towards the Daylight es un gran disco, que contiene
algunas excelentes canciones y sigue la línea de sus predecesores. Sin embargo
no supera a sus hermanos mayores en la progenie discográfica. No ha existido
mayor dinámica en términos de calidad en los últimos lanzamientos de Joe, pero
ojo que esto no es mayormente desventajoso. Todos los últimos lanzamientos del
treintañero guitarrista han sido de una tremenda factura, no obstante, no son
el álbum cinco estrellas que por lógica se podría esperar de Joe Bonamassa. La
espera deberá continuar, pero por el momento podemos disfrutar de tremendos
álbumes como este Driving Toward the Daylight. Blues Rock al por mayor.
Lista de canciones
01. Dislocated Boy (6:40)
02. Stones
in My Passway (3:58)
03. Driving
Towards the Daylight (4:50)
04. Who's Been Talking (3:28)
05. I Got
All You Need (3:04)
06. A Place
in My Heart (6:48)
07. Lonely
Town Lonely Street (7:08)
08.
Heavenly Soul (5:55)
09. New
Coat of Paint (4:06)
10.
Somewhere Trouble Dont Go (4:59)
11. Too
Much Aint Enough Love (with Jimmy Barnes) (5:37)
Y el nuevo Heroe de la Guitarra pasó por Buenos Aires...
Como casi ningún instrumento, la guitarra eléctrica propone
la utopía de que no existe límite que no se pueda traspasar. No sólo por toda
la serie de recursos técnicos que ha ido sumando a lo largo del tiempo
(pedales, wah-wah, micrófonos internos), sino también desde una perspectiva si
se quiere ideológica y que se resume en una figura que ha llegado incluso a la
Play Station: el guitar hero, o sea ese prócer musical capaz de salir
triunfante del desafío de encontrar nuevos e increíbles sonidos.
Es el protagonista de esos duelos de destrezas, velocidad e
imaginación que retrata, por ejemplo, la película Encrucijada. Un guitarrista,
según esta mitología, nunca renuncia al centro de la escena. A esta especie
pertenece Joe Bonamassa que, desde una reformulación heavy metal del blues,
hizo de su recital ante un Coliseo repleto un despliegue abrumador de un
catálogo inagotable de formas de caminar o correr sobre las cuerdas.
A esa estirpe de protagonistas de la guitarra pertenece este
neoyorquino cercano a la cuarentena que jamás se quita los anteojos oscuros.
Tómalo o déjalo. O se pertenece a la legión de fieles (la mayoría de los cuales
sigue cada tema moviendo la cabeza hacia adelante en señal de acompañamiento y
al mismo tiempo de aprobación) o uno se queda irremediablemente afuera. Aunque
Bonamassa ejecute proezas difíciles sobre las cuerdas, su música carece de
complejidad. La atracción, el valor casi exclusivo del show son sus dedos, su
instrumento, de vez en cuando algún gesto como los cuernitos o la convocatoria
casi innecesaria al entusiasmo, con el que cuenta desde el mismo inicio.
Entonces todo transcurre como un torbellino de notas, riffs,
ritmos cortados, donde hay poco lugar para los remansos. Que suelen aparecer en
el comienzo de los temas para irse enfureciendo y acelerando a lo largo de la
interpretación. Hay una breve alusión a Tears from Heaven, de Eric Clapton, con
quien alguna vez tocó Bonamassa. Pero, a diferencia del mítico fundador de
Cream, no le da descanso a la guitarra, como si siempre le estuviera exigiendo
más en un combate donde siempre el intérprete termina por imponer su voluntad.
Si hubiera que buscarle un símil, se podría decir que Bonamassa es como un Van
Halen del blues.
El grupo que lo acompaña provee como una especie de telón
sonoro para que se escuche la guitarra, no hay solos con excepción de lo que
cede al baterista Tal Bergman, que toca con unos guantes negros de vivos
blancos que de lejos parecen de cuero. Y lo hace con tal intensidad, que en un
par de oportunidades se desprenden los platillos y debe entrar de urgencia un
asistente a ajustarlos. Pero se ve que Bonamassa lo considera su compañero de
aventuras ideal, porque alza su copa de agua mineral para celebrar su solo en
el segundo de los bises, en el que aparecen alusiones a Perro negrode Led
Zeppelín. Como antes las hubo a Miles Davis (de su época jazzrock), a B.B.King
o a Buddy Guy, aunque es evidente que Bonamassa busca transitar otros caminos.
Al cantar, cuando el sonido no abruma, muestra una voz
cálida, un poco roñosa, algo sentimental, pero que no alcanza a pesar en la
propuesta general que es básicamente instrumental. Y allí, sale victorioso del
desafío de mostrarle a todos que, antes que otra cosa, Joe Bonamassa aspira a
ser un héroe de la guitarra.
Este album es el más "blusero" de su carrera según
sus propias confesiones. "Ya era hora de hacer un album así". No obstante; aunque abundan los blues lentos con
unos solos de guitarra extraordinarios, también hay temas más hard blues
rockeros.
La banda que acompaña a Walter desde hace años es ésta:
Rick Knapp, bajo (lleva desde 2005)
Michael Leasure, batería (en su puesto desde 2008)
Sammy Avila a los teclados (el más veterano ,lleva desde
2001)
y por supuesto Mr. Walter Trout, guitarra, cantante y
compositor.
“Este disco es blues en el sentido en que yo lo interpreto,
es decir, el blues es un paraguas muy ancho y en mi carrera solista he
experimentado con muchos estilos y aproximaciones. Me gusta el blues viejo, lo
amo, pero siento que no debo copiarlo porque el blues no debe permanecer
estancado”, dice Walter Trout acerca de este álbum.
“Este nuevo disco explora un lado de mi música que está enraizada en mi
primer amor musical y revela cosas mías. Revela actitudes de alguien un poco
viejo, que se siente parte de otra era, con diferentes valores y una
perspectiva distinta de la vida pero que son vigentes todavía”, comenta el
músico.
Walter Trout está en su mejor momento. Eso lo demuestra con una actitud
honesta, auténtica, que se agarra con fuerza a todo lo que ha sido su
trayectoria musical. Una buena forma de enfrentar el blues de la modernidad.
«La gente me pregunta si deberían llamar a mi música blues o rock, yo les
digo que la pueden llamar Fred, si necesitan una etiqueta». Este comentario,
junto con la frase «el blues no debería ser un museo, la música debería estar
viva y en constante expansión», han sido repetidas en numerosas ocasiones por
Walter Trout a lo largo de sus 35 años de carrera.
Walter Trout nace en 1951 y crece en un hogar en el que se amaba la
música en Ocean City, Nueva Jersey. Sintió la llamada de la música a una edad
temprana. Su primer instrumento fue la trompeta que tocaba en la banda de su
colegio. Poco después, conoció al gran Duke Ellington, lo que hizo que su
carrera se orientara a la música profesional, aunque lo que realmente supuso un
punto de inflexión en su vida fue, precisamente, un Encuentro de leyendas del
Jazz, entre las que destacaban: Ellington, Cat Anderson, Johnny Hodges and Paul
Gonsalves, celebrado cuando cumplía diez años.
A mediados de los 60, Trout cambia la trompeta por la guitarra eléctrica,
después de escuchar un álbum que cambió toda su apreciación de la música: The
Paul Butterfield Blues Band featuring Mike Bloomfield. Tocó en numerosas bandas
de Nueva Jersey, hasta que en 1973, fue a Los Ángeles con algo de ropa, su
trompeta, una mandolina y sus guitarras.
Se desarrolló como músico tocando en diferentes bandas con bluesman
californianos, siendo siempre el único «chico blanco» de aquellos clubes del
barrio. Su técnica mejoró de la mano de Finis Tasby, Pee Wee Crayton, Lowell
Fulsom and Percy Mayfield y otros muchos. Walter, a menudo, hacía equipo con
Deacon Jones y su aprendizaje continuó en otras bandas, como la de John Lee
Hooker, Big Mama Thoton Joe Tex.
Desafortunadamente, como muchos otros compañeros, cayó en adicciones a
distintas drogas y al alcohol. Hacia 1981, le invitaron a participar en la
venerada banda de blues y rock Canned Heat, donde se mantuvo hasta 1984. Un
día, recibió la llamada para unirse a la legendaria John Mayall´s Bluesbrakers,
Walter no se lo podía creer, iba a compartir cartel con el guitarrista Coco
Montoya. Trout y Montoya elevaron a la John Mayall´s Bluesbrakers a un nivel de
ventas de álbumes sin precedentes. Al mismo tiempo, sus poco saludables hábitos
provocaron que tocase fondo, pero una noche, Carlos Santana, después de ver a
Walter tocar totalmente intoxicado, le dijo que estaba desperdiciando un regalo
que Dios le había dado. A partir de entonces apartó de su vida las drogas y el
alcohol.
Walter consiguió reunir a músicos que conocía de Los Ángeles y creó la
Walter Trout Band. Comenzaron sus giras por toda Europa y su música sonó
incluso en las emisoras de radio más comerciales. En 1989, el sello
discográfico Ruf Records lanzaría Walter Trout y poco tiempo después la banda
cambia de nombre y se convierte en Walter Trout Band and the Free Radicals. La
discográfica Ruf Records ha lanzado más de una docena de sus discos en EE.UU. y
Walter sigue haciendo frecuentes giras por su país.
Janis Joplin fue una cantante estadounidense de
rock and roll y blues caracterizada por su poderosa voz y su espíritu rebelde.
Fue un símbolo femenino de la contracultura de los 60 y el
movimiento Hippie y la primera mujer en ser considerada una gran estrella del
Rock and Roll. En 1995 ingresó al Salón de la Fama del Rock. En el 2004 la
revista Rolling Stone la colocó en el lugar 46 de los 100 mejores artistas más
grandes de todos los tiempos. En el 2008 la colocó en el lugar 28 de los
mejores 100 cantantes de todos los tiempos.
Nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, localidad
industrial de Texas. Sus padres, Seth (quien trabajaba en una refinería) y
Dorothy (que había destacado cantando en su instituto) hubieran querido que
Janis fuera maestra. Tenía dos hermanos menores, Michael y Laura.
Janis, en el primer año de instituto, se unió a una pandilla
de jóvenes intelectuales (beats o beatniks), por lo que se convirtió en una
marginada por sus compañeros de clase, siendo durante esta etapa una persona
muy impopular, acusándosela de "amiga de los negros" por rechazar el
racismo. A los dieciséis años comenzó a manifestar su amor por la música,
frecuentando los bares de Luisiana, donde escuchaba música negra, de blues y
jazz y a los diecisiete comenzó a cantar.
Cuando estudiaba Bellas Artes en la Universidad de Texas en
Austin, comenzó a cantar de forma habitual en bares. Participaba frecuentemente
con la Waller Creek Boys. Allí es dónde empezó a ganarse su reputación como
fuerte bebedora. En 1963, se trasladó a la ciudad de San Francisco dónde empezó
a ser conocida. Estando allí conoció a muchos músicos con los que más tarde se
reencontraría, como su amante Ron "Pigpen" McKernan" (después,
miembro de The Grateful Dead) y grabó un disco casero con Jorma Kaukonen
(futuro guitarrista de Jefferson Airplane) y Margareta Kaukonen en la máquina
de escribir (como instrumento de percusión). Fue en este periodo cuando comenzó
el contacto con la droga y se sumió en un estado de abandono, llegando a pesar
35 kilos. En el 1965 anunció entonces a su familia que volvería a sus estudios
universitarios, y que se casaría con un hombre que había conocido en San
Francisco, conocido como Peter LeBlanc, pero el enlace no tuvo lugar, ya que
Peter LeBlanc la abandonó y esto marcaría aún más su inseguridad afectiva y su sentimiento
de soledad.
Cansada de esperar a LeBlanc y de ser una chica buena, se
fue a San Francisco con Chet Helms, un productor que conoció en Texas. Se unió
a la banda Big Brother and the Holding Company el 4 de julio de 1966, logrando
una combinación perfecta. Fue Chet Helms el que la llevó a San Francisco con la
oferta de que se uniese a ella, ya que Chet Helms era el mánager de la banda,
con la que grabaría su primer álbum con discográfica, Big Brother and the
Holding Company, que no pasó desapercibido. Joplin amaba la libertad creativa
de la escena musical en San Francisco. Solían actuar junto con otros grupos
psicodélicos cómo The Grateful Dead, Jefferson Airplane, Quicksilver Messenger
Service y The Charlatans en los famosos salones de baile Avalon Ballroom,
Fillmore East y Fillmore West, o con festivales al aire libre en el Golden Gate
Park y en Haight-Ashbury.
Actuó con su grupo en el Festival de Monterey de 1967 junto
con algunos grandes artistas del momento cómo Jimi Hendrix, The Mamas and The
Papas, Jefferson Airplane, Otis Redding y The Who entre otros. La primera
actuación de los Big Brother no fue filmada y les pidieron que tocasen al día
siguiente, así que tocaron Combination Of The Two, y Janis dejó a la audiencia
boquiabierta con una versión del emblemático blues de Big Mama Thornton, «Ball
And Chain».
A partir de entonces fueron contratados por el productor de
Bob Dylan, Albert Grossman. Joplin eclipsaba a los Big Brother. En la primavera
de 1968, se trasladaron a Nueva York para grabar su primer disco. Aquella
combinación de música repetitiva, de estilo psicodélico de los 60, con la
imponente voz de Joplin, era prodigiosa y Cheap Thrills salió en agosto de
1968. Lanzando a Janis al éxito, a los tres días se hizo disco de oro y en el
primer mes se vendieron más de un millón de copias. En el 2003, Cheap Thrills
se colocó en el lugar 338 de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
Las críticas sobre ella fueron muy buenas, y la prensa se
empezó a centrar más en ella que en el grupo, todos le decían que ella era
demasiado buena para el grupo, había tensión entre ellos a causa del
protagonismo de Janis y la fama, y ella quería hacer un estilo más blues y
soul, como las cantantes que veneraba, entre ellas Bessie Smith, Billie Holiday
o Aretha Franklin, así que después de mucha presión por parte de su manáger,
Albert Grossman, se marchó de Big Brother and the Holding Company.
Juntos se pusieron a buscar los mejores músicos del país
para crear el nuevo grupo. A principios del 1969 ya estaba creado, aunque los
músicos variarían a lo largo del año. Se llevó con ella al guitarrista Sam Andrew de Big Brother and the
Holding Company. Con su nueva banda, "Kozmic Blues Band",
salió su segundo disco, I Got Dem Ol' Kozmic Blues Again Mama!, que sonaba
distinto a lo que sus oyentes estaban acostumbrados: era una mezcla de rock,
soul y blues, y recibió malas críticas, la revista Rolling Stone la denominó la
"Judy Garland del rock".
En abril, Janis y la Kozmic Blues Band fueron de gira por
Europa, pasando por Frankfurt, Estocolmo, París, Londres, y algunos lugares
más, donde el público la acogió muy calurosamente y ella regresó a EE.UU. muy
contenta, diciendo que el mejor concierto que había dado en su vida fue en
Londres, donde la audiencia se volvió loca.
En ese año, a causa de la presión, se enganchó a la heroína
y comenzó a prodigarse en entrevistas, en las que terminaba hablando de su vida
y de sus sentimientos. Decía que "hacía el amor con 25000 personas en el
escenario y luego se volvía a casa sola..." Cada vez dependía más del
alcohol y de la heroína pero sin embargo se había convertido en un símbolo de
fuerza y de rebeldía para muchas mujeres de su época.
El 16 de agosto de 1969 actuó con enorme éxito en el
festival de Woodstock, dónde realizó dos repeticiones de, «Ball And Chain» y
Piece of My Heart.
Pero los músicos de la banda eran sólo profesionales, y
Janis quería que su banda fuese como una familia, como en Big Brother, y con el
único que acabó conectando fue con el saxofonista Cornelius "Snooky"
Flowers. A finales del 1969 Janis estaba ya destrozada y demasiado enganchada a
la heroína y al alcohol, así que decidió tomarse un descanso y abandonar la
banda. A finales de 1969 la banda se separó. Su último concierto fue en el
Madison Square Garden en Nueva York en la noche del 19 y 20 de diciembre de
1969.
En febrero de 1970, se fue de viaje con una amiga a Río de
Janeiro por carnaval, a desintoxicarse, por lo menos, de la heroína. Una vez
allí conoció a David Niehouse y se enamoraron, estuvieron unos meses por la
selva de Brasil viajando como dos viejos beatniks en la carretera y al volver a
San Francisco, David se instaló en casa de Janis.
Una vez allí, Albert Grossman, le propuso a Janis una nueva
banda, la Full Tilt Boogie Band, y Janis, ya desenganchada de la heroína, pero
no del alcohol, aceptó. David Niehouse quería seguir viajando por el mundo y le
ofreció irse con ella, pero Janis prefirió quedarse con su audiencia y su
música. Así, Janis congenió muy bien con todos los miembros de la banda, ellos
la querían y ella los quería.
En verano de ese año, Janis y su banda participaron en el
Festival Express, junto otros artistas importantes de la época cómo The
Grateful Dead, Buddy Guy y The Band.
En una fiesta de los Hell's Angels de San Francisco, ese
mismo verano, conoció a Seth Morgan y se enamoró de él. En septiembre de 1970,
se trasladó a Los Ángeles a grabar Pearl. El 4 de octubre de 1970 había sido un
buen día en el estudio, y para celebrarlo salió de copas con sus compañeros y
se emborrachó. Según el estudio forense, murió a la 1:40 por sobredosis de
heroína. Janis ya había pasado por experiencias similares y había salido con
vida, pero esta vez no había nadie para ayudarla y su cuerpo fue descubierto
unas 18 horas después. Todos quedaron sorprendidos, pues pensaron que Janis ya
no consumía, y estaba en la mejor época de su vida.
A las seis semanas de su muerte, salió el disco Pearl, en
1971, que fue un éxito y se mantuvo en el número uno de ventas durante 14
semanas. Como homenaje, se dejó el tema «Mercedes Benz» a capella, sin música,
ya que fue la última canción que Janis grabó; asimismo, se incluyó la canción
«Buried Alive in the Blues» sólo con música, sin la voz de Janis que habría
debido cantarla.
Mientras tanto, el sencillo «Me and Bobby McGee», compuesto
por Kris Kristofferson (con quien la cantante tuvo un romance) y Fred Foster,
representó su mayor éxito, al ser la única canción de Janis Joplin en alcanzar
el Nº 1 en el Billboard Hot 100, por una semana en marzo de 1971.
En el 2003, Pearl se colocó en el lugar 122 de los 500
mejores álbumes de todos los tiempos.
Las circunstancias de la muerte de la cantante fueron confusas,
y aún hoy en día despierta diversas hipótesis sobre el hecho.
El sábado 3 de octubre de 1970, Joplin visitó el estudio de
grabación Sunset Sound Recorders en Los Angeles, para escuchar la parte
instrumental de "Buried Alive in the Blues", antes de grabar su pista
vocal programada para el día siguiente. En algún momento de ese mismo día, le
comunicaron por teléfono que su prometido Seth Morgan estaba en su casa y que
estaba jugando con su mesa de billar junto con otras mujeres que conoció ese
sábado. En el estudio se escuchó expresar su enojo ante esa noticia, y por no
cumplir Morgan con su promesa de visitarla la noche anterior. A pesar de ello,
manifestó alegría por el progreso de la grabación.
En la noche, ella y el miembro de la banda Ken Pearson salieron
del estudio hacia el bar Barney's Beanery. Después de la medianoche, Joplin los
llevó a él y a un fan a sus casas y luego se retiró a su habitación en el
Landmark Motor Hotel.
Al día siguiente, el domingo 4 por la tarde, Joplin no
apareció en el estudio según lo convenido, por lo que el productor Phil
Rothchil comenzó a preocuparse. El adminsitrador y representante de la banda
Full Tilt Boogie, John Cooke, decidió visitarla y encontró su auto psicodélico
Porsche 356 C descapotable en el parqueo. Al entrar a la habitación, la
encontraron muerta y tirada en el suelo, a un lado de su cama. La causa oficial
de su muerte fue una sobredosis de heroína, probablemente bajo los efectos del
alcohol. Cooke cree que Joplin accidentalmente recibió heroína de una clase más
potente que la normal, debido a la sobredosis de otros adictos en esa semana.
El episodio habría ocurrido alrededor de la 1:45 a.m. del
día 4 de octubre. Se dice que esto le habría sucedido en otras ocasiones, pero
esta vez, no hubo nadie que la ayudara. Algunas circunstancias que rodearon su
muerte nunca se explicaron, como la pureza extrema que tenía la droga que la
mató y que las jeringas que usó, no se encontraron, especulando que podría
haber una persona involucrada. Por lo mismo, los medios de comunicación le
dieron un carácter misterioso a la noticia.
Su amiga y amante Peggy Caserta admitió que, al igual que
Seth Morgan, también había prometido visitar a Joplin en la histórica noche del
viernes 2 de octubre, pero se había ido de fiesta con otros usuarios de drogas
que estaban alojados en otro hotel de Los Angeles. De acuerdo con su libro
Going Down With Janis, Caserta escuchó del distribuidor que les vendió la
heroína a ella y Joplin el sábado, que la artista le expresó su tristeza por
dos amigos que la habían abandonado la noche anterior.
La canción "Buried Alive in the Blues" quedó
inconclusa con la trágica muerte de la cantante, aunque fue finalmente incluida
como un tema instrumental en Pearl, a manera de un homenaje póstumo.
Joplin fue incinerada en la funeraria Pierce Brothers
Westwood Village en Los Ángeles. De allí sus cenizas fueron esparcidas desde un
avión en el Océano Pacífico a lo largo de Stinson Beach. El único servicio
fúnebre tuvo un carácter privado, ya que sólo asistieron los padres de Joplin y
su tía materna.6
Como testamento, Joplin donó $ 2500 para realizar una fiesta
en su honor en caso de su desaparición. Alrededor de 200 personas recibieron
invitaciones para la fiesta que decía: "Las bebidas son por Pearl",
una referencia al apodo de la cantante.7 El evento, que tuvo lugar el 26 de
octubre de 1970, fue en Lion's Share, localizado en San Anselmo, California
contó con la presencia de su hermana Laura y amigos cercanos de Joplin, que
incluyó a la artista del tatuaje Lyle Tuttle, el prometido de Joplin, Seth
Morgan, Bob Gordon, y su manager de gira John Cooke. Se repartieron brownies
mezclados con hachís entre los asistentes.
En este caso, la muerte de Janis Joplin a la edad de
veintisiete años ha causado para ser incluido en el llamado Club de los 27.
Frases de Janis:
"No pongas en peligro tu vida. Eres todo lo que tienes."
"Ama a tus amigos animales, no te los comas."
"Es difícil ser libre, pero cuando funciona, ¡vale la pena!"
"Aquí estoy, amigo, para celebrar una fiesta, la mejor
posible mientras viva en la tierra. Creo que ese es también tu deber."
"Me siento tan inútil acá abajo, sin nadie a quien amar. A
pesar que he buscado por todos lados, no puedo hallar a nadie que me ame, que
sienta mi cariño."
"Al ser intelectual crea un montón de preguntas y ninguna
respuesta."
Joe Bonamassa es un guitarrista y cantante de blues y rock
de Estados Unidos, nació un 8 de Mayo de 1977, en Utica, condado de Nueva York.
Actualmente forma parte del grupo Black Country Communion
junto con Glenn Hughes, Derek Sherinian y Jason Bonham.
Joe Bonamassa comenzó tocando la guitarra a la edad de
cuatro años y con siete, ya tocaba blues como un veterano. Según Bonamassa
"Mi padre fue, además de guitarrista, comerciante de guitarras, así que
las guitarras estaban siempre alrededor de la casa como parte de mi vida.
Estaban por ahí como sillas o mesas, así que cada día las sentía como algo
cotidiano en mi vida".
A los diez años, Joe comenzó a dar conciertos a nivel local
y a los doce, se convirtió en el telonero de B.B. King. La leyenda del blues
declaró después de escuchar a Joe tocar; "El potencial de este chico es
increíble". Después de esto Joe comenzó a ser conocido en el mundo del
blues, llegando a tocar con gente de la talla de Buddy Guy, Danny Gatton,
Robert Cray o Stephen Stills.
Todavía en su etapa de adolescente, Joe conoció a Berry Oakley
Jr y juntos formaron una banda que se llamó Bloodline. Grabaron para EMI
Records su homónimo álbum debut que contó con dos canciones propicias para las
listas de éxitos "Stone Cold Hearted" y "Dixie Peach",
temas que mezclaban Blues, Boggie, Funk y el Southern Roadhouse Rock. Tras este
inicial éxito, Bloodline desapareció. Joe sentía la necesidad de hacer algo mas
que tocar la guitarra, así que comenzó a mejorar sus dotes como cantante.
En el año 2000, Joe acabó de trabajar en su debut como
artista en solitario, "A New Day Yesterday", donde despliega todo su
potencial vocal y cuyas aptitudes no pasan desapercibidas para artistas como
Gregg Llaman, Rick Derringer o Leslie West. El productor del álbum fue el
legendario Tom Dowd, el cual, durante mas de los 25 años de carrera que llevaba
en ese momento dentro del mundo de la música, había formado parte de trabajos
de artistas tan importantes como Aretha Franklin, Ray Charles, Eric Clapton,
Rod Steward, John Coltrane y Ornette Coleman entre otros. Dowd rapidamente se
convirtió en fan y amigo de Joe.
Las memorables melodías y potente trabajo de guitarra de
"A New Day Yesterday" trajo a la mente el blues clásico basado en
bandas como Cream, Lynyrd Skynyrd, The Jeff Beck Group o The Allman Brothers
Band. El CD incluye temas tan originales como "Miss You, Hate You",
"Cradle Rock" (con un fabuloso empleo del slide) y una poderosa
versión del tema "A New Day Yesterday", hecho famoso en 1969 por el
mismísimo Jethro Tull. Una vez que regresó de la carretera en el 2002,
Bonamassa unió fuerzas con Clif Magness (Avril Lavigne) para grabar el
musculoso y radical disco de estudio "It´s Like That" con un hit que
copó en varias ocasiones el número #1 en los Billoard Blues Charts, gracias a
la inspiración de blues y mezcla de pop, en cuanto a la producción del disco.
Esto ayudó enormemente a Bonamassa a la hora de contar con una impresionante
legión de fans.
Para celebrar el 2003 "Year of the Blues"
Bonamassa publicó "Blues Deluxe" que contenía nueve versiones de
blues clásico junto a tres originales. Esto se debió a que durante años, los
fans le pidieron a Joe un álbum de blues clásico, así que cuando acabó la gira,
este se metió en estudio junto a Gary Tole (David Bowie, Jimmy Vaughan, Bon
Jovi) y grabó varias de sus canciones favoritas de todos los tiempos. El
resultado fue que su discográfica decidió acabar el disco y lanzarlo como
"Blues Deluxe".
A estas alturas, Joe comenzó a involucrarse en un programa
denominado "Blues in the Schools", un proyecto orientado a perpetuar
el magnífico legado de este estilo musical y poder hacérselo llegar a las
nuevas generaciones de fans. Mediante la lectura, los jóvenes estudiantes se
veían envueltos en un viaje que muestra la evolución de la música blues, desde
el cumpleaños entre los trabajadores del Delta durante los últimos 1800, hasta
el día actual. Las lecturas iban acompañadas de una actuación del propio
Bonamassa.
El siguiente CD de Bonamassa "Had To Cry Today"
continúa donde quedó "Blues Deluxe". Mezclando blues original y clásico,
el Cd incorporaba influencias de Chicago, Delta y blues británico, creando un
estilo único.
Desde la música de los 40´o 50´de B.B. King, Muddy Waters y
Buddy Guy, hasta la invasión británica de los Yardbirds, Clapton o Cream,
"Had To Cry", muestra todas las caras de la música de antes, con
grandes influencias modernas.
En el verano del 2005, Bonamassa fue personalmente requerido
por B.B. King para abrir el Tour de celebración de su 80 cumpleaños. Unos meses
después (Enero 2006), Bonamassa en reconocimiento a sus esfuerzos por la
promoción del la música blues en Norte América y Europa, así como sus esfuerzos
por llevar el blues a las escuelas, fue nominado como el miembro mas joven de
The Blues Foundation.
El último CD de Bonamassa "You and Me", puesto a
la venta el 27 de Marzo del 2006, muestra la colaboración de este artista con
el productor Kevin Shirley (Led Zeppelin, The Black Crowes, Aerosmith, Joe
Satriani). El nacido el sur Africa Shirley comentaba; "Cuando comencé a
trabajar con Joe, enseguida me dicuenta de que tenía un increíble talento, pero
también sabía que debía hacer algo diferente para que lo que estábamos creando
no fuera un simple álbum de blues. Hay infinidad de grandísimos artistas de
blues que en el fondo solo son copias de los clásicos de siempre. Yo quise
dotar al blues de Joe, un poco de Rock y busqué en su interior para sacar toda
su versatilidad a la guitarra y sus habilidades vocales".
Al final, el resultado fue una poderosa fusión del "Big
rock sound" y swampy blues]], además de apreciarse las influencias de
maestros como Peter Green, Jeff Beck, Eric Clapton y John Lee Hooker. Bonamassa
entrega todo el excitante poder y electrizantes apariciones en directo mezclado
con la esencia de su música y manejándose desde la suavidad, hasta la dureza,
desde la electricidad, hasta la suavidad mas clarividente, convirtiéndose en un
artista increíble a fecha de hoy, mientras continúa ampliado su colección de
guitarras vintage que Bonamassa tiene en su casa de Los Ángeles.
Cada vez que escucho a Popa Chubby cantar me pregunto por un posible dúo vocal formado por Chubby y el hoy desaparecido Willy DeVille.
Qué podría haber salido de eso; me entran escalofríos de placer sólo de
pensarlo. Dos gargantas tan personales, con unos matices tan profundos
que calan en el alma. Nunca lo sabremos. Lo que sí conoceremos este 2011
es la continuación de ese The Fight Is On que Popa editase el año pasado bajo el manto de Provogue. Y es que el disco Back To New York City podría servir de primer y segundo plato para aquel aperitivo que resultó su tema ‘NYC 1977 Til…’.
Se paladea aquí la esencia de Hendrix, al igual que Stevie Ray Vaughan parece resucitado para la ocasión. ‘Back To New York City’ es como fundir al genio negro de Seattle de Electric Ladyland con el estribillo del ‘Sharp Dressed Man’ de ZZ Top. ‘Pound Of Flesh’ marca elegancia con unas explosiones de batería y guitarra vibrantes. Homenajea con total coherencia a Leonard Cohen revisando la canción que tituló su disco de 1992 The Future.
‘It’s About You’ atronaría en un estadio con esa agitada pisada a lo Bachman Turner Overdrive, seguida por la balaba blues ‘A Love That Will Not Die’, no exenta de dramatismo contenido. Popa agarra el ‘Jesu, Joy Of Man’s Desiring’, parte más que reconocible de la cantata Herz Und Mund Und Tat Und Leben, BWV 147 compuesta por Johann Sebastian Bach, y retoca un poco su título (‘Jesus, Joy Of Man’s Desire’) en este CD para estirar el talante del rock instrumental y ser fiel al desarrollo principal de la pieza original.
Con las ideas claras, Chubby sigue grabando obras
discográficas para acertar. Este nuevo cargador reúne once proyectiles
rellenos de un material con alto grado de excitación. La diversión sale
de sus dedos a las cuerdas de su guitarra, de ahí a los amplificadores
para inyectar ganas de vivir a cualquiera que lo escuche. Con propuestas
como la suya, el rock sigue luciendo el más bello abrigo, el de la sinceridad de un artista que se enorgullece de ser músico.