George Harrison fué un guitarrista y
compositor británico de música pop, miembro fundador de los Beatles. Nació el 24 de febrero de 1943 en Wavertree, suburbio de Liverpool,
ciudad por entonces devastada por los aviadores nazis.
De The
Quarrymen a los Beatles
Desde pequeño, escuchaba todo tipo de música por la radio,
desde el viejo music-hall británico hasta el country de Hank Williams. A los
trece años le compró a un amigo su primera guitarra, por algo más de tres
libras. Por entonces se hizo amigo de Paul McCartney, con quien realizaba el
mismo trayecto diario en autobús. Paul le presentó a John Lennon, con quien
formaba el grupo The Quarrymen.
George se uniría a ellos más tarde, ya que entonces era
demasiado joven (catorce años). Paul era nueve meses mayor, y John le llevaba
dos años. Por entonces, estaba enamorado de Fats Domino, Elvis Presley y del
rock, aunque lo que tocaba era skiffle: una especie de rockabilly en el que la
percusión consiste en una escobilla frotando una tabla de fregar, y cuyo máximo
ídolo era Lonnie Donegan.
Harrison participó en la primera formación de los Beatles,
con quienes trabajó durante años en clubes de Liverpool y Hamburgo (Alemania).
La historia emprendió el vuelo cuando, en 1962, el mánager Brian Epstein les
consiguió un contrato con EMI y grabaron, con George Martin de productor, Love
me do. Durante esa sesión fue expulsado el batería Pete Best. Su sustituto,
Ringo Starr, se convertiría en uno de los mejores amigos de George hasta el
final de sus días.
En pocos meses, el grupo se convirtió en un fenómeno de
masas en Gran Bretaña, y en 1964 en el grupo favorito de América con I want to
hold your hand. La película A hard day’s night, estrenada el mismo año, hizo de
la «beatlemanía» un fenómeno mundial.
La primera canción de George que apareció en un disco de los
Beatles fue Don’t bother me, del segundo álbum, Meet the Beatles, pero sus
composiciones no tuvieron apenas salida hasta años más tarde. Su contribución
como guitarra solista al sonido de la banda fue, sin embargo, decisiva. Sus
punteos afilados y melódicos, herederos de Chet Atkins y Carl Perkins, y su
acompañamiento vocal a las armonías de Lennon y McCartney fueron sus señas de
identidad más características.
En 1966 se casó con la modelo y actriz Patti Boyd. Ese mismo
año, los Beatles abandonaron los escenarios para consagrarse al trabajo en
estudio, y Harrison entró en su fase más productiva en la banda. Aportó tres
temas al clásico Revolver, entre ellos Taxman, y experimentó con instrumentos
inéditos en el mundo del pop, como el sitar indio (él fue el introductor de
Ravi Shankar en Gran Bretaña). Enamorado de la música y la religión hindúes y
gran aficionado al LSD, participó activamente en Sgt. Peppers Lonely Hearts Club
Band (1967), probablemente el disco más famoso de la historia, que dio el
fogonazo de salida al «verano del amor», al hippismo y a la psicodelia.
En 1968 arrastró a los otros tres beatles y sus respectivas
esposas a unas jornadas de meditación en la India con el Maharishi Mahesh Yogi,
un gurú espiritual que había conocido a través de Patti. La idea de George no
llegó muy lejos, y en lugar de unir más al grupo tras la muerte del mánager
Epstein, acentuó las discrepancias entre los cuatro. Aquel año publicó la banda
sonora de la película Wonderwall music, el primer disco en solitario de un
beatle, y compuso While my guitar gently weeps, una de las canciones más bellas
del álbum conocido como «doble blanco».
Carrera en solitario
Para Abbey Road (1969) aportó dos de sus mejores
composiciones: Here comes the sun y Something, el primer single de los Beatles
no firmado por Lennon-McCartney, que fue número uno en ventas en Estados
Unidos. Poco después de la separación oficial de la banda, publicó el triple
All things must pass (1970), con material acumulado durante años. Fue saludado
como una obra maestra y contenía el éxito My sweet lord, una oda al Hare
Krishna que fue el primer número uno en ventas logrado por un beatle en
solitario. Años más tarde, sin embargo, tuvo que pagar una cuantiosa multa por
ese tema, acusado de ser un «plagio involuntario» del She’s so fine de The
Chiffons.
En 1971 impulsó el Concierto por Bangladesh, junto con Bob
Dylan, Eric Clapton y Ringo Starr, entre otros, del cual se hicieron una
película y otro triple disco. Sin embargo, el dinero recaudado estuvo retenido
casi una década por culpa de las disputas legales acumuladas por los Beatles. A
pesar de las tremendas expectativas creadas, el material publicado por Harrison
en los años setenta no fue de gran nivel: discos como Living in the material
world, publicado en 1973, Dark horse (nombre también de la discográfica que
fundó en 1974) o 33 & 1/3 (1976) estaban claramente por debajo de All
things must pass.
A mediados de los años setenta se separó de Patti, que lo
abandonó por su amigo Eric Clapton (un hecho muy publicitado por la prensa,
aunque ambos nunca abandonarían su amistad). Poco después se casó con su
segunda y última esposa, Olivia Arias, que le dio su único hijo, Dhani, nacido
en 1978. Ese mismo año impulsó la productora cinematográfica Handmade Films,
nacida para sacar adelante la película La vida de Brian, de los Monthy Python.
La compañía se convirtió en una importante referencia del cine alternativo
británico en la década de los ochenta, aunque fracasó en su intento de ampliar
mercados con la fallida Shanghai Surprise (1986), con Madonna y Sean Penn, y
acabó en venta.
Harrison se alejó de la vida pública tras el asesinato de
Lennon en 1980, y publicó la autobiografía I me mine en 1982. Volvió a la
actualidad musical con el gozoso Cloud nine (1987), uno de sus mejores discos,
que contenía el éxito Got my mind set on you. A continuación se sumó al curioso
proyecto The Traveling Wilburys, un supergrupo junto a Bob Dylan, Tom Petty,
Jeff Lynne y Roy Orbison. Publicaron dos discos, Volume I (1988) y Volume III
(1990, Orbison, fallecido, fue sustituido por Del Shannon), llenos de optimismo
y buenas melodías.
En 1992 publicó el directo Live in Japan, que sería su
último disco en solitario aparecido en vida. En 1995 se reunió con los otros
dos beatles para grabar sus voces encima de dos canciones inéditas de Lennon,
Free as a bird y Real love, pero por enésima vez se descartó el regreso de la
banda. Ccon su característico sarcasmo, Harrison declaró: «Los Beatles no se
reunirán mientras John siga muerto».
En 1999, un desequilibrado irrumpió en su mansión en
Oxfordshire, en el sur de Inglaterra, y lo apuñaló en el pecho. Pudo escapar a
la muerte gracias a que su mujer redujo al desconocido con una lámpara. En sus
últimos días, George no dejó de crear música. Grabó su última canción un mes
antes de su muerte, A horse to water, coescrita con su hijo Dhani, y que fue
publicada la misma semana en que se despidió del mundo con el mensaje: «Amaos
los unos a los otros».
El 29 de noviembre de 2001, George Harrison murió rodeado de
su mujer y su hijo en casa de un amigo en Los Ángeles, California. Su lucha
contra el cáncer le había llevado a varias intervenciones en clínicas de Suiza
y Estados Unidos, desde que se le detectó un tumor en la garganta en 1997. La
reina Isabel II, el presidente George W. Bush y los primeros ministros británico
y francés, Tony Blair y Lionel Jospin, entre otros, expresaron sus
condolencias, y los dos beatles que le han sobrevivido, Paul McCartney y Ringo
Starr, lamentaron emocionados la pérdida de su amigo.
Mientras el mundo iniciaba el duelo y miles de aficionados
se reunían en lugares emblemáticos de la memoria beatle -los estudios Abbey
Road, en Londres, los Strawberry Fields de Nueva York o el local The Cavern, en
Liverpool-, los medios de comunicación recordaban la poco reconocida
contribución creativa de Harrison, durante mucho tiempo, a la música de los
Beatles y su influencia en géneros como la psicodelia. También, su introducción
de temas espirituales en el mundo del pop y su devoción por las causas
humanitarias, que le llevó a impulsar, en 1971, el Festival por Bangladesh, el
primer concierto benéfico de rock.
Su pérdida conmocionó a generaciones enteras en todo el
mundo, sólo un año depués de que los Beatles volvieran al número uno de ventas
con el recopilatorio Anthology. Su legado en la obra de la banda más famosa del
mundo y dentro de la música rock es indiscutible.
El caracter retraído y a veces esquivo de George le valió el
apodo de «el beatle silencioso», «serio», o incluso «místico», por su afición a
las religiones orientales, en oposición a la exhuberancia y el magnetismo de
sus compañeros de banda. Sin embargo, a su muerte, sus amigos recordaron
principalmente su humanidad, su cáustico sentido del humor y su capacidad para
disfrutar de la vida y de aficiones mundanas como la jardinería y los coches
deportivos.
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