Siempre prefirió la nocturnidad de los pequeños locales, la
presencia del público a un par de metros de sus ojos. Quizá, quería ver de
cerca, cara a cara, el efecto balsámico de su voz de ángel herido en el corazón
de sus incondicionales. Nunca le gustó la fama, ni siquiera se preocupó mucho
por grabar ni por medrar en un negocio, el de la música, que seguramente le
venía pequeño a su desgarradora sensibilidad. En 1996, un cáncer de piel
terminaba con su corta vida, tan sólo 33 años. Apenas si había grabado dos
álbumes, Live at Blues Alley (en directo) y Eva by heart (que tuvo una notable
aceptación en la zona de Washington).
Pero fue póstumamente cuando una
antología de sus interpretaciones (ella nunca compuso), Songbird, triunfó en
Gran Bretaña: llegó al número 1 de las listas y vendió más de un millón de
discos. Eva Cassidy había nacido el 2 de febrero de 1963 en Washington D.C., la
capital norteamericana. Creció en una familia con una enorme pasión por la
música. Incluso, junto a su padre y su hermano mantuvo durante algún tiempo un
grupo que actuaba en diversos locales de la zona de Maryland, donde la familia
se trasladó cuando Eva tenía 9 años.
Soul, country, jazz, folk, pop... no hubo estilo que Cassidy
no hiciera suyo y dominara a la perfección. Su voz es sobrecogedora, y fue
también una fantástica guitarrista. Judy Collins, Sandy Denny, Carole King,
Jomi Mitchell, Carly Simon... son algunos de los nombres que evocan cálidamente
sus interpretaciones. La belleza de su canto, la intensidad de lo que
transmite, la veracidad y emoción de su cancionero queda bien patente en el
recién publicado Simply Eva, doce de sus versiones más conocidas grabadas sin
más compañía que la de su guitarra.
Paradójica y tristemente, tras su muerte prematura han ido
apareciendo diversas grabaciones de la artista que recogen material que grabó
pero que en vida no llegó a editarse. La obra de Eva Cassidy es un tesoro ante
el que sólo cabe entregarse en cuerpo y alma...
No hay comentarios:
Publicar un comentario