Boz Scaggs publica nuevo disco de estudio “Memphis”, trece
canciones en el que combina composiciones propias, con versiones de Rythm &
Blues, Soul y Blues.
“Memphis”, décimo octavo disco de Boz Scaggs está producido
por el stoniano Steve Jordan en el legendario estudio de Memphis, Royal Studio
arropado por músicos de gran calibre como el propio Steve Jordan a la batería,
Charlie Musselwhite a la armónica, Keb’ Mo’ a la guitarra, Willie Weeks al
bajo, Ray Parker Jr. a la guitarra, Spooner Oldham a los teclados, y The Memphis
Horns a los metales.
Boz Scaggs el ex Steve Miller Band de la década de los 70′s,
y en el que últimamente desde el año 2010 acompaña a Michael McDonald y Donald Fagen en lo que se
conoce como The Dukes Of September Rhythm Revue, es el responsable de grandes
canciones de su grandioso disco “Silk Degrees” (1976), con temazos como
“Lowdown”, “What Can I Say” o “We’re All Alone” o en otro disco “Middle Man”
(1980) con clásicos como “Jojo” o “Breakdown Dead Ahead”.
Boz Scaggs y su penúltimo disco fue “Speak Low” en 2008, fue
un disco lleno de clásicos del Jazz, grabado en los estudios de George Lukas,
Skywalker, en su San Francisco natal.
“Memphis” cuenta con toda esa magia de los estudios Royal
Audio, escuchando los dos primeros temas del disco los fantasmas Al Green
revolotean todo tu cerebro, “Gone Baby Gone” y “So Good to be there”, esos
metales, esa voz nasal, esos gritos, ese teclado o los violines, magia Willie
Mitchell y su Hi Records, por el que han pasado los más grandes, Chuck Berry,
Al Green, Otis Redding, Sam Dave, Rod
Stewart, Booker T. & the M.G.’s, Iker & Tina Turner o los más recientes
My Morning Jacket.
Atentos al
Blues “Dry Spell” con Keb’ Mo’ y Charlie Musselwhite a la armónica y las
versiones de Boz Scaggs de Mink De Ville (Cadillac Walk y Mixed Up Shook Up
Girl), Steely Dan (Pearl of the Quarter), Tony Joe White (Rainy Night in
Georgia), The Moments (Love On a Two Way Street) o Corrina Corrina.
Tras su participación en la efímera banda Superheavy junto a
Mick Jagger, la joven cantante británica Joss Stone regresa en solitario al
mercado discográfico con la publicación de "The Soul Sessions vol.
II", segunda parte del disco con el que debutó hace ya nueve años.
Cinco álbumes y más de 11 millones de copias vendidas en
todo el mundo avalan la hasta ahora fulgurante carrera de esta artista, que
inició su andadura profesional siendo adolescente y se ha codeado ya con
figuras como Dave Stewart (ex Eurythmics y miembro también de Superheavy), Jeff
Beck o Ringo Starr.
Coproducido por Delbert McClinton, Stone vuelve a revisar en
"The Soul Sessions vol. II" clásicos del soul como "I Got The
Blues" de Labi Siffre, "Teardrops" de Womack & Womack o
"While You're Looking For Sugar", de Honey Cone, que sirve como
sencillo de adelanto.
Según reveló la cantante a Efe en una entrevista realizada
el pasado enero, ha compaginado la grabación de este álbum con la de
"LP2", continuación de "LP1" (2011), "más
acústico" y bajo la producción de Dave Stewart.
Dotada de una fuerte personalidad, Stone dejó EMI Music en
2010 para crear su propio sello, Stone'd Records.
"Para mí lo más importante es mi independencia y ser la
propietaria de mi música, poder decidir si canto esto o aquello. Puedo hacerlo
y así no tengo un jefe al que pedirle permiso para hacer un disco", contó
entonces.
Se incluyen
cortes como
"(For God's Sake) Give More Power To The People" (original de
Chi-Lites), "The Love We Had" (The Dells), "Pillow Talk"
(Sylvia), el single "While You're Out Looking for Sugar" (The Honey
Cone). El primer single en USA "The High Road" una revisión
del tema de Broken Bells.
Joss se juntó en Nashville con Steve Greenberg (productor) y
juntos trabajaron en varias canciones. El resultado de la aventura es un álbum
que muestra las cualidades artisticas. “Nos divertimos mucho grabando este
nuevo disco, elegimos grandes canciones y estoy muy emocionada de porder
interpretarla con estos musicos”, contó.
Lista de canciones:
1.I Got The
Blues - Mick Jagger y Keith Richards
2.(For
God's Sake) Give More Power To The People - Eugene Record
3.While
You're Out Looking for Sugar - Ronald Dunbar y Edyth Wayne
4.Sideway
Shuffle - Tim Renwick
5.I Don't
Want To Be with Nobody But You - Eddie Floyd
6.Teardrops
- Cecil Womack y Linda Womack
7.Stoned
Out Of My Mind - Record y Barbara Acklin
8.The Love
We Had (Stays On My Mind) - Terry Callier y Larry Wade
9.The High
Road - Broken Bells
10.Pillow
Talk - Sylvia Robinson y Michael Burton
11.Then You
Can Tell Me Goodbye - John D. Loudermilk
[bonus
tracks]
12.The
First Taste Of Hurt - Willie Tee
13.One Love
In My Lifetime - Diana Ross
14.Nothing
Takes The Place Of You - Toussaint McCall
15.(1-2-3-4-5-6-7)
Count The Days - Inez & Charlie Foxx
Este disco ofrece justo lo que uno podría esperar, esa
mezcla de blues y soul que sobretodo tiene la música de Susan Tedeschi, que es
a quien yo creo que más suena este disco, pues la música está "al
servicio" de su extraordinaria voz y Derek Trucks, salvo en contadas
ocasiones, se muestra bastante contenido (teniendo en cuenta lo que hace con su
banda o con los Allman Brothers), poniendo su guitarra al servicio de las
canciones y de la música y nunca robando protagonismo a la voz de su mujer,
salvo como he dicho, en contadas ocasiones en las que se suelta un poco y deja
nuevas muestras de su extraordinaria calidad como guitarrista.
No hay una canción mala en el disco (tal vez con la
excepción del interludio que es el corte 10, y que bueno, no deja de ser eso,
un "interlude" de apenas 2 minutos) y como he dicho antes todo el
disco está tocado y cantado con gusto, con mucho gusto y es de esos discos que
uno disfruta sentado en su sillón, con una buena bebida en la mano, o de una
manera relajada, disfrutando de la música, de cada nota, de cada acorde, de
cada arreglo, de todos y cada uno de los matices que hay en cada composición de
este delicioso disco, en definitiva, es música en estado puro y con palabras
mayores. En general es un disco relajado, tranquilo, lleno de "soul",
que se nota que está hecho con pasión, con amor hacia la música, y para
disfrutar.
Si tuviera que destacar alguna canción en este estupendo
disco pues destacaría la inicial "Come see about me"; "Don't let
me slide" con un extraordinario solo de Derek Trucks; "Midnight in
Harlem" es otra maravilla de canción con otro solo delicioso de Derek
Trucks, y que en cierta forma tiene un aire al clásico de Jim
Weatherly,"Midnight train to Georgia", con un feeling similar;
"Until you remember" es otra joya del disco, de tempo lento, cantado
de manera espectacular por Susan Tedeschi, poniendo los pelos de punta, con
unos arreglos impresionantes y con otro solo de Trucks lleno de sentimiento,
tal vez el mejor tema del disco para mi; "Learn how to love" con un
sonido mas agresivo y en cierta forma más "pantanoso" es otro de los
grandes momentos del disco, con Derek al slide en su estilo más reconocible; y
el corte final "Shelter" es otra delicia lenta llena de
"feeling" en el que marido y mujer vuelven a demostrar su talento,
uno a la guitarra y la otra cantando, un tema precioso que es perfecto para
cerrar el disco, aunque no es el último realmente, porque hay un "tema
fantasma" que empieza al poco de acabar el disco y que es una
"improvisación instrumental" sin más.
En definitiva, un disco notable, recomendable para todos los
amantes de la buena música en general y blues/soul en particular,
extraordinariamente arreglado, tocado y cantado. Una delicia sin desperdicio.
Derek Trucks es un guitarrista y compositor Norteamericano
nacido el 8 de Junio de 1979. Ganador de un Premio Grammy, es miembro de The
Allman Brothers Band, además de poseer su propia banda, The Derek Trucks Band,
fundada por el a la edad de 15 años. Está considerado como uno de los más
inspirados guitarristas de guitarra slide de la actualidad.
Comenzó a destacar como guitarrista a muy corta edad, y a
los 12 años ya había trabajado con algunos de los grandes nombres de la música
americana, como Buddy Guy o The Allman Brothers Band. Con estos últimos estuvo
de gira varios años antes de convertirse en miembro oficial de la banda en
1999.
Ese mismo año conoció a la cantante de blues Susan Tedeschi,
con la que se casó dos años más tarde. Trucks y Tedeschi han unido sus
respectivas bandas en ciertas ocasiones bajo el nombre de Soul Stew Revival.
Ray Charles Robinson fue un cantante, saxofonista y pianista de soul, R&B y jazz
nacido en Albany, Georgia (Estados Unidos) y ciego desde la infancia, reconocido mundialmente como uno de los más influyentes músicos de la historia
de la música popular.
El genio del piano nació en Albany, Georgia. Perdió la vista
durante su infancia, a los 7 años, por un glaucoma. Fue autodidacta del piano,
pero también recibió clases de música en braille en la "St Augustine
School", un centro para no videntes. Paralelamente, tuvo que ganarse la
vida como músico, cuando fallecieron sus padres. A finales de la década de los
cuarenta, Ray Charles Robinson consigue colocar un disco en las listas de su
país, y en 1951 obtiene su primer Top Ten, gracias a "Baby, Let Me Hold
Your Hand". Fue criticado por cantar canciones gospel con letras
populares, aunque hay una gran tradición al poner letras religiosas a canciones
y viceversa. Thomas A. Dorsey, uno de los fundadores de la música gospel, que
también tuvo una carrera significativa en la música popular. Solomon Burke y
Little Richard incluso se movieron entre los dos estilos.
Después de una aparición en el Newport Jazz Festival logró
un éxito importante con "(The Night Time is) The Right Time" y su
canción más popular de 1959, "What'd I Say". La esencia de esta fase
de su carrera se puede escuchar en su álbum en vivo Ray Charles en Persona,
grabado ante una gran audiencia afroamericana en Atlanta en 1959.
Ray comenzó a ir más allá de los límites de su síntesis
blues-gospel mientras seguía con Atlantic, que ahora lo llamaba El Genio. El
grabó con muchas orquestas y muchos artistas de Jazz como Milt Jackson e
incluso hizo su primer cover de música country con el "I'm Movin' On"
de Hank Snow.
Luego, se cambió a ABC Records. En ABC, Charles tuvo mucho
control sobre su música y extendió su enfoque no en proyectos laterales
experimentales sino con música pop, dando como resultado la canción
"Unchain My Heart" y el número 1 en los listados de Billboard,
"Hit the Road, Jack". En 1962, Charles sorprendió su nueva audiencia
externa con su importante álbum Modern Sounds in Country and Western Music, que
incluye los temas "I Can't Stop Loving You" y "You Don't Know
Me". Esto fue seguido por una serie de éxitos, incluyendo "You Are My
Sunshine", "Crying Time", "Busted" y "Unchain My
Heart".
En 1961, Ray canceló un concierto programado en el Bell
Auditorium en Augusta (Georgia) para protestar por las ubicaciones segregadas.
Contrario a lo que la película autobiográfica de Ray dice, Ray nunca fue vetado
en Georgia, aunque tuvo que pagar la compensación del promotor. Ese mismo
año él hizo un dueto en un álbum con la vocalista de jazz Betty Carter.
En 1965, Ray fue arrestado por posesión de heroína, a la que
fue adicto durante 17 años. Fue su tercer arresto por el delito, pero pudo
evitar ir a prisión después de dejar el hábito en una clínica en San Francisco.
Pasó un año en libertad condicional y realizó el "Let's Go Get
Stoned" de Ashford y Simpson (1966)
Después de 1970, Ray realizó lo que sería un éxito o su
pérdida, con algunos éxitos populares y trabajos aclamados por la crítica y
alguna música que fue desechada como copia y permanente. Se concentró en
espectáculos en vivo, aunque su versión de "Georgia on My Mind", una
canción originalmente escrita para una chica llamada Georgia, fue un éxito y
pronto fue proclamada como la canción por excelencia de Georgia en 24 de abril,
de 1979, con la aparición de Charles en el piso de la legislatura del estado.
Incluso tuvo éxito con su única versión de "America the Beautiful".
En 1980 Charles hizo una breve aparición en The Blues Brothers y años más tarde
en su secuela Blues Brothers 2000. También hizo repetidas apariciones en Plaza
Sésamo y en el Show de los Muppet .
Charles con el Presidente de Estados Unidos Ronald Reagan y
la Primera Dama Nancy Reagan en 1984.
Finalizando 1980, se incrementó el reconocimiento de Ray
entre su audiencia. En 1985,
"The Night Time is the Right Time" fue usada en el episodio
"Happy Anniversary" del The Cosby Show. Los actores usaron la
canción para mostrar un canto popular que aumentó el rating del show. En 1986,
él colaboró con Billy Joel en "Baby Grand" para el álbum de Joel The
Bridge, participó en U. S. A. for Africa. En 1987, Charles apareció en el
episodio "Hit the Road, Chad," de Who's the Boss. Ray canto la
canción, "Always a Friend". También apareció muchas veces en el
espectáculo The Nanny, tocando con Yetta (Ann Guilbert). La nueva colección de
Charles con el público ayudó a una campaña de la Pepsi Dietética. En su campaña
publicitaria más exitosa, Charles popularizó la frase "You've got the
right one, baby!" A la altura de esta fama reencontrada a comienzos de los
90s, Charles invitó vocalistas para algunos proyectos. Esto incluía a la
canción de INXS "Please (You've Got That...)", en el Full Moon, Dirty
Hearts, así como la canción Designing Women en su sexta sesión. El también
apareció (con Chaka Khan) con un viejo amigo Quincy Jones' en el éxito I'll Be
Good To You de 1990. En 2004 Charles realizó un álbum de duetos, Genius Loves
Company, que fue nominado en los premios Grammy a Mejor Álbum vocal pop, Álbum
del año, y canción del año. El ganó Álbum del año y canción del año. Un dueto
con Norah Jones, "Here We Go Again", fue nominado a Mejor canción.
En 1996, Ray Charles hizo un cameo en la película Espía como
puedas.
Falleció a la edad de 73 años, el 10 de junio de 2004 en su
casa de California.3 Sus restos se encuentran en el Cementerio Inglewood Park
de Los Ángeles, California.
En el año 2004 se estrenó la película Ray, que narra toda su
vida. Fue ganadora de 2 Oscars, incluyendo Mejor Actor y Mejor Banda Sonora, y
además nominada a mejor película. Desde entonces se han seguido publicando
recopilatorios en CD e incluso se grabaron algunas canciones por el artista inéditas
en el disco de la película. También se ha publicado su autobiografía titulada
Brother Ray, que narra toda su vida de la manera más cercana a la realidad
posible.
La revista Rolling Stone lo nombra #10 en su lista de los
100 mejores artistas de todos los tiempos. En 2009 publica la lista de los 100
mejores cantantes de la historia, los cuales han sido elegidos por todos los
cantantes y personas relacionadas con la música. Entre todos ellos Ray ha sido
nombrado como mejor cantante masculino y como el segundo mejor cantante de
todos los tiempos, sólo superado por Aretha Franklin.
Let it burn no es un disco de blues. Es una paleta de
colores de lo mejor de la música de raíces. Tiene algo de blues, claro, pero se
nutre más del góspel, soul, R&B, folk, country y rock. Apenas tres de los
trece temas fueron compuestos por ella, lo cual demuestra que por ahora su
fuerte es la interpretación y que la composición es algo que tiene trabajar
más.
Con The truth… inició un camino que parece que, por ahora,
no va a dejar. Hasta entonces, 2009, se presentaba como cantante y guitarrista.
Pero en ese álbum no tocó la guitarra y ahora vuelve a repetir la misma
fórmula: disponer de todo su potencial para conseguir los mejores registros
vocales. No parece ser algo menor si tomamos nota de que para los coros de Let
it burn eligió, nada más y nada menos, que a los Blind Boys of Alabama. La
instrumentación quedó a cargo de la sección rítmica de los Meters, la poderosa
banda funk de Nueva Orleáns, junto al guitarrista Dave Easley, el saxofonista
James Rivers y el tecladista Ike Stubblefield, quien le exprime todo el groove
a un Hammond B3.
De sus tres temas, el mejor me pareció el spiritual “Lord
remember me”: su voz se cruza casi de manera mística con la de los Blind Boys.
En “Aim for the heart” suena casi como la heredera de Aretha Franklin. Los
covers son muy interesantes porque ella logra, en la mayoría de los casos,
reconvertirlos e imprimirles su propio sello. Así, el clásico de Johnny Cash,
“Ring of fire”, suena tan dulce que casi parece otra canción. “It makes no
difference”, de The Band, está en la línea de la original y, tal vez porque es
una de las melodías más hermosas de la historia del rock, ella y el productor
John Chelew decidieron ablandarla un
poco más.
Hay un par de elecciones
curiosas, más que nada porque son temas relativamente nuevos. Uno es el cover
de “Set fire to the rain”, tema que Adele incluyó en su multipremiado disco 21.
El otro es “Everlasting light”, con el que los Black Keys abren su álbum de 2010, Brothers. Otras
interpretaciones son más esperables pero también son muy buenas: “Long time
coming”, de David Crosby; “Don’t want to know”, de John Martyn; e “If I had a
hammer”, de Pete Seeger, mucho más jazzy que la original. Las otras versiones
que completan el disco son “This time”, de Los Lobos; “You don’t miss your
water”, de William Bell; y la tradicional “The Titanic”.
Ruthie Foster es una esponja que absorbe todo lo que
escucha, baraja y da de nuevo. Y hasta ahora le viene saliendo cada vez mejor.
En cuanto a eso le sume mayor compromiso a la hora de escribir sus propias
canciones, estaremos finalmente ante una artista enorme.
La expresión de Nina Simone sentada frente al piano era de
seriedad intimidatoria. Su belleza física escapaba de las proporciones áureas:
tenía nariz ancha, ojos tristes, boca grande… La voz, de madera noble, sigue
resonando profunda y felina, rodeada de un halo religioso, entre el desengaño y
la fe.
Mezclaba su estricta educación clásica con composiciones
agridulces, un registro grave bien utilizado y un carácter que le dio fama de
altiva.
Eunice Kathleen Waymon, la sexta de ocho hermanos, nació
en 1933 en Tryon, un pueblucho de Carolina del Norte. Llegó al mundo viviendo
las consecuencias del crack del 29. El padre, John Divine Waymon, fue barbero,
tintorero y predicador. La crisis le obligó a prescindir de la cómoda casa en
la que vivía la familia, vender el coche y buscar trabajos con sueldos
miserables. La madre, Mary Kate Waymon, fue predicadora y después pastora: una
mujer profundamente religiosa, de moral estricta, poco afectuosa con sus hijos.
Con las dificultades económicas tuvo que buscar trabajo limpiando en las casas
de las pocas familias blancas de clase media que podían permitirse ese lujo.
De bebé, durante las ceremonias eclesiásticas, Eunice
seguía el ritmo de los himnos y pronto se empezó a hablar de la pequeña como de
un milagro. Con dos años y medio tocó en el órgano de la casa familiar el himno
God Be with You Till We Meet Again: “Lo aprendí de memoria. Mis padres se
arrodillaron cuando me vieron tocar algo que claramente nadie me había
enseñado”.
A los cuatro años abría los oficios del domingo con su
música. La llamaban “el pequeño prodigio” y los fieles incluso recorrían cerca
de 100 kilómetros para acudir a la Iglesia Metodista de Tryon. La madre de
Eunice la advertía de que el don se lo debía a Dios y que no debía ser motivo
de orgullo personal.
Una de sus admiradoras era la Señora Miller, una mujer
blanca que urgió a los padres de la niña a que recibiera clases de piano con
Muriel Massinovitch, una profesora local. Miller se hizo cargo del pago durante
un año y la pianista la introdujo en la música clásica y le enseñó a escribir y
leer música. Eunice aprendía a gran velocidad y pronto se vio encaminada a ser
una gran intérprete de piano. Su profesora recaudó fondos para que la “niña
milagrosa” pudiera completar su educación musical en la prestigiosa escuela
Juilliard de Nueva York.
A los 17 años se marchó a la Gran Manzana, pasó el verano
en el conservatorio, con una disciplina casi militar y autoimpuesta: no hacía
amigos, no salía de su alojamiento -en casa de un predicador amigo de su madre-
más que para ir a la escuela, sólo tocaba el piano y se preparaba para el Curtis
Institute de Filadelfia. Era la única alumna negra del curso.
El examen de ingreso para el Curtis fue el momento de
inflexión. Toda su vida fue una niña modelo, que se había dejado llevar por el
destino lógico que le habían preparado: iba a ser la primera intérprete negra
de una orquesta, no había plan B. Sin embargo, algo pasó en la prueba. Nina
Simone nunca mencionó lo que sucedió aquel día frente al jurado de blancos que
la evaluaron en 1950, en plena vorágine de segregación racial. La rechazaron.
Ella ni siquiera había tenido en cuenta la posibilidad. Su vida quedó hecha
pedazos e incluso consideró dejar la música. La tristeza dio paso a la ira: un
jurado no iba a decidir su triunfo como intérprete.
La transformación de Eunice en Nina Simone sucedió en
Atlantic City, la ciudad del estado de Nueva Jersey famosa por sus casinos.
Consiguió unos bolos tocando en un tugurio. El dueño del local le exigió cantar
si quería el trabajo. Simone cantó por primera vez, mezclando clásicos de
blues, gospel e himnos con sus conocimientos académicos, con el pelo recogido
en un moño y ataviada con un elegante vestido más propio de un recital clásico.
Cada dos horas tenía 15 minutos de descanso en los que bebía un vaso de leche.
Se puso Nina Simone para que su madre no se enterara de
que andaba en bares de mala muerte tocando “música del diablo”. Nina viene de
Niña, como la llamó cariñosamente un fugaz amante hispano del que poco se sabe.
El apellido, Simone, fue en honor de la actriz francesa Simone Signoret, a la
que admiraba la joven Eunice.
Su versión de I Loves You Porgy, de la ópera de George
Gershwin Porgy and Bess (1935) fue su primera y única incursión en el Top 40 de
Estados Unidos. Le seguirían versiones que en su voz parecían las originales:
My baby just cares for me, I put a spell on you, Feeling good…
Publicó con Bethlehem Records su primer disco (Little
Girl Blue) en 1958 y la estafaron. Firmó un contrato cediendo todos los
derechos de las canciones a cambio de un cheque de 3.000 dólares. Perdió más de
un millón en royalties. La experiencia le sirvió para ser inflexible ante casas
discográficas y los promotores: lo discutía todo, nunca se comprometía e
incluso acudía a la intimidación física en las negociaciones si era necesario.
Tras un matrimonio fallido en la juventud, se casó con
Andy Strout, policía e investigador que se retiró para ser su mánager. Ella se
sintió atraída por la seguridad en sí mismo que desprendía aquel hombre de piel
muy clara para ser negro, que llevaba un colgante de plata con el continente
africano. De la unión nació Lisa Celeste Strout (ahora cantante y actriz) en
1962. El matrimonio duró 10 años, la mayoría de ellos amargos. Andy hacía
firmar a Nina contratos con demasiados conciertos. Ella decía estar cansada y
él la acusaba de no parar de gastar. Nina buscó en el alcohol la anestesia de
su infelicidad.
Desde el primer disco incluyó temas de inspiración
africana y en el momento más candente de la lucha por los Derechos Civiles
compuso varias canciones defendiendo públicamente la causa. La primera fue en
1964, Mississippi Goddam estaba inspirada en el asesinato de Medgar Evers, un
destacado activista que luchó contra la segregación. El suceso se unió a la
explosión de una bomba en una iglesia de Alabama que mató a cuatro niñas
negras: “Mississippi Goddam es una canción profética. Creo que Estados Unidos
va a morir. ¿La matarán o se suicidará? C’est la même chose!”, declaró en una
entrevista en 1997.
Tras huir a las islas Barbados sin decir nada a nadie,
volvió y se divorció en 1972 de Strout. Regresó a Barbados para refugiarse de
los problemas fiscales y sentimentales que la asediaban y tuvo un romance con
el portero de un hotel que no sabía quién era Nina Simone. Cuando ella, después
de un tiempo, se lo confesó, él no la creyó. Para demostrar que era famosa, se
dirigió a la residencia del Primer Ministro de las Barbados, Errol Barrow, que
la recibió con honores. Pronto Nina había conquistado al político y
multimillonario, unos años mayor que ella y casado. La relación duró dos años y
terminó cuando Simone vio que no había manera de que Barrow dejara a su esposa.
Desde los años setenta no volvió a vivir en Estados
Unidos. Pasó una temporada en Liberia atraída por el país de sus ancestros y
lejana a la realidad de un país pobre y corrupto. Vivió también en Ginebra
(Suiza), donde parece que se obsesionó con los chequeos médicos y cometió
muchas locuras. Nina Simone no sabía a dónde ir para sentirse acogida, en paz y
querida. Hacía muchos años que había dejado de llevar bien la soledad.
Se mudó al sur de Francia, cerca de Marsella, en el año
2000. La diva había adquirido mala fama en la zona. Los vecinos la acusaban de
montar escándalos por cualquier tontería. Su vida musical había sobrevivido a
sus taras emocionales y seguía siendo una artista respetable cuando murió
en Carry-le-Rouet tres años después,
mientras dormía, por un cáncer de pecho que no se trató. En sus memorias,
publicadas a principios de los años noventa confesó: “Todos estos años he
recibido muy poco amor (…). Me obsesiona, sobre todo por las noches, cuando
estoy sola”.
“What's Going On” es un álbum grabado por el cantante de
soul norteamericano Marvin Gaye. Lanzado el 21 de mayo de 1971, “What's Going
On” significó el inicio de una nueva tendencia en la música soul. Con letras
intimistas acerca del abuso de drogas, la pobreza y la guerra de Vietnam, el
álbum fue una sensación inmediata y ha permanecido como un clásico del soul.
Constantemente es nombrado en encuestas como una de las grabaciones
fundamentales en la historia de la música pop y es considerado uno de los
discos más importantes de todos los tiempos. Por ejemplo ocupó el sexto lugar
en la lista de Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos
publicada en 2005, y en 1999 una encuesta de críticos publicada por el diario
británico Guardian/Observer lo nombró como "El álbum más grande del siglo
XX".
El productor fue el propio Marvin Gaye. “What's Going On” es
un álbum-concepto que incluye nueve canciones (todas unidas excepto la primera)
vistas desde el punto de vista de un veterano de la guerra de Vietnam que
regresa a Estados Unidos, el país por el cual ha estado peleando, y no ve más
que injusticia, sufrimiento y odio. Gaye parece haberse inspirado en la experiencia
de su hermano, que pasó tres años en el ejército durante la guerra de Vietnam.
Este disco es palabras mayores, uno de esos clásicos que hay
que revisitar cada vez que se tiene oportunidad. La obra maestra del Marvin
Gaye, y uno de los grandes trabajos de la música negra, es un álbum de escucha
obligatoria, seas un seguidor del Soul o no. Pocos discos reflejan tan bien una
época como lo hace este “What’s Going On”; en el encontramos el desencanto de
una generación harta de Vietnam; de sus políticos y de todo el rollo hippie de
los coloridos sesenta.
Marvin Gaye ya era toda una estrella cuando sacó este trabajo
en 1971, canciones suyas como Ain’t Not Mountain High Enough o I Heard Through
The Gravepine, ya habían ocupado los primeros puestos de las listas de éxitos
unos años atrás. Pero con este disco dio un cambio radical a su música y a sus
letras: metió elementos del jazz y de la música clásica, y llenó sus textos de
política, medio ambiente y adiciones a las drogas. Algo que no gustó nada a
Berry Gordy, dueño de la Tamla Motown, que vio demasiada realidad en estas
canciones, y que en un principio se negó a sacar esta maravilla. Tan solo le
convenció al ver el éxito del tema “What’s Going On”, que se publico como
single de adelanto unos meses antes, y alcanzó el primer puesto en las listas
norteamericanas.
What’s Going On es un disco en el que hay que sumergirse:
como todo disco conceptual en el que se cuenta una historia, lo mejor es
sentarse a escucharlo tranquilamente e ir descubriendo las maravillas que nos
encontramos en los 35 minutos que dura el álbum. Es un disco con muchos toques
de Jazz; los saxos, y esos coros, y a la par bastante sexy. Desde luego que
escuchando temas como Mercy Mercy Me (The Ecology), Inner City Blues (Make Me
Wanna Holler) o What’s Happening Brother, uno no puede negar lo que ha supuesto
este disco para la música pop y soul de los últimos cuarenta años.
Aunque su nombre se vincula - y se vinculará siempre- a la
música Soul, Aretha Frankin es por formación una cantante de Gospel, un género
en el brilla más que en cualquier otro la emoción incasdescente que brota de su
prodigiosa cantante. Pero más allá de distinciones de género, Franklin hace
tiempo que se eleva como una figura totémica en la historia de la música
popular americana.
Sus primeros pasos en la música
Aunque nace en Memphis el 25 de marzo de 1941, muy pronto se
traslada a Detroit, donde comienza a despuntar como cantante de música
religiosa en la iglesia en la que su padre, el reverendo C.L.Franklin (íntimo
amigo de Martin Luther King), ejercía de párroco.
La Aretha adolescente no solo viviría muy de cerca las
convulsiones políticas y sociales de la década de los 50, sino que además,
tendrá la oportunidad de convivir con figuras trascendentales en el desarrollo
de la música afroamericana como The Soul Stirrers, Clara Ward o Mahalia
Jackson, que frecuentaban la casa familiar y ayudaron a desarrollar el talento
innato, y ya evidente, de la joven Franklin.
Sus inicios en la industria musical
Tras sus años de formación, decide, en 1960, pasar a formar
parte de la industria musical. Tras rechazar varias ofertas (entre ellas la de
Motown Records), fue reclutada por el célebre cazatalentos John Hammond para
Columbia Records, una decisión que a la postre se demostraría equivocada. A
pesar de que el sello se volcó con la artista, no supo encontrar una estrategia
comercial ni una dirección musical adecuada para desarrollar el potencial de
Aretha. Los diez álbumes grabados para Columbia son discos correctos pero
irregulares, que en ningún caso forman parte del canon indispensable de la
artista.
Todo cambia cuando en 1967 desembarca en Atlantic Records,
el sello capitaneado por el gran Jerry Wexler. Este convierte a Aretha en una
artista incandescente y emocionante, haciéndola regresar a sus orígenes de
Rhythm and blues pero arropándola con las producciones carnosas del mejor Soul
de la época. En 1967 se edita el álbum I've never loved a man, el disco que la
elevó por encima de sus competidores y en el que se destapa la Aretha que va a
quedar para la historia: la que se gana el sobrenombre de 'La Reina del Soul'
con toda justicia.
Comercialmente se consagra, además, como una de las artistas
negras más vendedoras y populares: su versión del tema de Otis Redding
"Respect" gana dos premios Grammy y se convierte en uno de los
grandes himnos reivindicativos de los grupos que en aquellos años luchaban por
los derechos civiles de los afroamericanos.
Una gran trayectoria
Discos como Aretha arrives, Aretha now y, sobre todo, el
legendario Lady Soul, publicado en 1968 y considerado uno de los discos más
logrados de la historia de la música soul (ahí brillan clásicos rotundos como
"Chain of fools" o "A natural woman"), la consolidan
definitivamente como una de las grandes voces de su tiempo y un símbolo de la
América negra.
En los años posteriores su carrera se dispersa: tras unos
cuantos discos repletos de personalísimas pero intrascendentes versiones pop y
el regreso emocionante al gospel en discos como Amazing Grace, llegaría, a
mediados de los 70, la inevitable sumersión en la música disco, con la que
algunos de los perfiles que la hicieron grande comienzan a desdibujarse.
En cualquier caso, más allá de géneros, y aún con el
deterioro progresivo de sus producciones desde la década de los 80 hasta hoy,
Aretha Franklin nunca ha dejado de exhibir esa garganta apabullante y
apasionada que la ha coronado como la mejor cantante de música popular de los
últimos 50 años.
El soul es un género musical originario de Estados Unidos
que combina elementos del gospel y del rhythm and blues. De acuerdo con el
Rock and Roll Hall of Fame, el soul es un tipo de "música que surgió en la
comunidad afroamericana a través de la transmutación del gospel y del rhythm
& blues en una forma de declaración funky y secular." Los ritmos
pegadizos, acentuados por palmas y movimientos corporales extemporáneos, son un
importante elemento del soul. Otras características son la llamada y respuesta
entre el solista y el estribillo, y especialmente el tenso y trabajado sonido
vocal. El género utiliza también, ocasionalmente, añadidos improvisado, giros y
sonidos auxiliares.
Comienzos (Finales de los 50 a 1967)
Tras la II Guerra Mundial, llegó un periodo de postguerra
lleno de pobreza, y en especial para las capas más bajas de la sociedad, al
final de donde estaba la población negra. Aparece el fenómeno de las
migraciones de la población hacia el norte y el oeste por la inmensa presión
que aguantaban de la población blanca. El R&B comienza a ser aceptado por
parte de la población blanca. Actores negros como Sidney Poitier y Harry
Belafonte se convierten en estrellas, y Dorothy Dandridge es nominada al oscar.
Con la aparición del disco la música obtiene un mayor desarrollo y expansión.
Desaparece la etiqueta de "Race Music" (música racial).
Sam Cooke, Ray Charles y James Brown son considerados
comúnmente y a grandes rasgos los pioneros del género. Algunas de las
grabaciones de Solomon Burke a finales de los años 1950 y principios de los 60
en Atlantic como "Cry to Me", "Just Out of Reach" y
"Down in the Valley", codificaron el estilo y le dieron algunas de
sus bases. Es muy frecuente encontrar citas que proclaman el gospel
secularizado de "I Got A Woman"(1954, Atlantic Records) de Ray
Charles como el primer tema soul de la historia.
Esta pieza también era ejecutada por el Blues, el cual
provenía de los barrios bajos y obreros de Estados Unidos. Tanto el soul como
el blues lograron combinarse a la perfección a lo largo de la historia. Siendo
casos a lo largo de las décadas como los de Etta James, Janis Joplin, Glenn
Hughes.
En Memphis, la compañía discográfica Stax comenzó a llevar a
artistas como Otis Redding, Wilson Pickett y Don Covay. En 1965 Joe Tex grabó
"The Love You Save" que dio un nuevo giro emotivo al estilo. Otro
gran centro de grabación y creación del soul fue la ciudad de Florence
(Alabama), donde estaban los Fame Studios; donde trabajó a principios de los
sesenta gente como Percy Sledge, Arthur Alexander y Jimmy Hughes; y donde más
tarde lo haría también Aretha Franklin. En estos estudios obtuvo gran fama la
banda de grabación denominada Muscle Shoals, que mantenía también una estrecha
relación con Stax.
Otra importante discográfica que trabajó en Memphis fue
Goldwax Records, propiedad de Quinton Claunch. En esta etiqueta estaban James
Carr y O.V. Wright.
Es un tiempo de lucha por los derechos civiles, marcado por
líderes como Martin Luther King, en el que estaba floreciente la conciencia
racial y a la orden del día los motines callejeros. En este tiempo es cuando la
música soul adquiere un valor de símbolo dentro del contexto social. Se
descubre el R&B en Europa, lo que hace posible la aparición de fenómenos de
fans como The Beatles o The Rolling Stones.
Revolución
soul (1967/1970)
En 1967 llegó la revolución del soul, acrecentada por la
reivindicación de los derechos raciales y la aparición del álbum de Aretha
Franklin "I never loved a man the way I love you", y singles de tal
impacto como "Respect". Estos momentos son considerados como los de
máximo apogeo del soul. Durante este tiempo artistas de Stax como Eddie Floyd y
Johnnie Taylor hicieron grandes contribuciones. Por estos momentos el fenómeno
Motown estaba en lo más alto con artistas como The Supremes, Gladys Knight
& The Pips, The Temptations, Stevie Wonder o Marvin Gaye. Atlantic seguía
manteniendo en lo más alto a artistas como Ray Charles. En 1968 artistas como
James Brown y Sly & The Family Stone empiezan a dar un nuevo sentido al
soul; debido a la muerte de Marthin Luther King en abril de ese año, y la
pérdida de aquellos ideales de revolución soul. Los mencionados y otros más
como The Meters contribuyen en añadirle la dureza y mayor agresividad rítmica y
sonora acorde a los tiempos que se vivían entonces, dando paso al funk.
Revolución disco (años 70)
La industria del disco había crecido a pasos agigantados, y
con ella la industria del espectáculo. Aparece una nueva burguesía negra en
Estados Unidos. Hay un fenómeno entre la población negra en el que es común
convertirse al islam, el cual también tiene consecuencias políticas, como los
Black Muslims. Con la primera crisis del petróleo había una especie de
necesidad de diversión motivo por el cual se puede explicar el éxito a ultranza
de la música disco.
Con la llegada de la década de los 1970 el soul comienza a
decaer y a renovarse, surgiendo nuevos estilos derivados. Cada vez empezaba a
quedar menos de la esencia gospel, que sólo conservaban puramente artistas como
The Staple Singers. Uno de los fenómenos musicales fue Al Green, que incluso
con uno de sus temas creó un subgénero denominado quiet storm. Por este tiempo
surgió también el retro soul, el soul sinfónico (Barry White) y el soul
psicodélico (los Temptations desde "Psychedelic Shack" de 1967, Fifth
Dimension, Stark Reality), a la par que de aquí derivaban estilos como el disco
con artistas como Gloria Gaynor , Donna Summer e Isaac Hayes. Hi Récords
continuó la tradición de Stax con cantantes como Ann Peebles, Otis Clay o Syl
Johnson. Dos de las representantes máximas de este tiempo, con un arrullador
sonido suave y nuevo fueron Roberta Flack y Minnie Riperton. Bobby Womack y
Curtis Mayfield fueron dos de los máximos exponentes del chicago soul y el
blaxplotation, con evidente toque funky. Motown hacía crecer las carreras de
Marvin Gaye y las carreras en solitario de Diana Ross, Michael Jackson y Smokey
Robinson. En estos tiempos la música disco tenía una mayor incursión en el
género. De este acercamiento comercial hubo artistas como Parliament, Earth,
Wind & Fire y otros, que se acercaban al funk, al rock y a la música disco
como MSFB. A finales de la década casi toda la música soul estaba invadida por
la música disco, con grupos como The Spinners, Tramps y The O'Jays.
Nuevas tendencias (80/90/00/10)
Se dice que con el asesinato de Marvin Gaye en 1984 finaliza
una era. Por ese tiempo la música negra era mainstream absoluto, y se convierte
en sello de calidad haciendo triunfar a artistas como Michael Jackson y Whitney
Houston.
Con la llegada de los años 1980 la música disco empezó a
decaer, y el soul resurgió en forma de retro soul y quiet storm antes de que
sufriera otra metamorfosis. A mediados de la década se transformó en urban por
la influencia del disco y el hip hop . En este tiempo triunfaron artistas como
Michael Jackson, Chaka Khan Sade, Shalamar que tenían un estilo que combinaba
el soul o funk con la música disco europea de los 80, pero surgieron dentro del
urban otros que daban un nuevo sonido al soul, como Whitney Houston, Babyface,
New Edition,Midnight Starr, Janet Jackson... Pero también las viejas glorias
del soul como Stevie Wonder, Aretha Franklin o Patti Labelle se adaptaban a las
nuevas formas del género, teniendo gran éxito. Cabe mencionar que en los años
80 se formó en Europa Simply Red, grupo británico de mucho éxito.
En la década de los 90 el urban derivó en el R&B
contemporáneo, que a finales de la década tomaría un giro hacia sus raíces
dando lugar al hip hop soul (cuya inicial transición fue el New Jack Swing del
ex New Edition Bobby Brown, Bell Biv Devoe, Jodeci y Joe Public) , y más
actualmente al neo soul, con un sonido mucho más puro ; siendo representado por
artistas como la pionera Mary J. Blige, Seal, TLC, Lauryn Hill, Erykah Badu,
India Arie, Joss Stone, Jill Scott, Leela James, D'Angelo, Macy Gray, Amy
Winehouse, Adele, Alicia Keys, James Morrison, Duffy , Plan B , Jennifer Hudson
, Florence and the Machine , Paloma Faith.
Eunice Kathleen Waymon, conocida como Nina
Simone, fue una cantante, compositora y pianista estadounidense de jazz, blues,
rhythm and blues y soul. Se la conoce con el sobrenombre de «High Priestess of
Soul».
Estilísticamente, la palabra que mejor caracteriza a Nina
Simone es eclecticismo. Su voz, con rango propio de una alto, se caracterizaba
por su pasión, su breathiness (voz jadeante, sofocada, sin aliento) y su
trémolo.
La influencia de Duke Ellington es patente en toda la obra
de Nina, pero muy especialmente en cierto tipo de composiciones rebosantes de
improvisación y de cercanía espiritual. Nina logra la complicidad del oyente
con un empleo intencional de los silencios y minimizando el acompañamiento. Cuando
cantaba, efectuaba en ocasiones llamativas transiciones entre el susurro, el
grito y el lamento, para intentar subrayar los estados de ánimo enunciados en
las canciones.
Gran luchadora por los derechos civiles de las personas de
ascendencia africana, lucha ésta expresada en muchas ocasiones a través de sus
canciones, Simone dejó Estados Unidos en 1969, tras el asesinato de Martin
Luther King, hastiada de la segregación racial contra los afroamericanos.
De personalidad complicada, llegaba a ser altanera y
vulnerable, y fuertemente apasionada. En la industria musical tenía fama de
temperamental, una caracterización que Simone se tomó muy en serio. Aunque su
personalidad era arrogante y distante, en sus últimas décadas parecía disfrutar
con el acercamiento a sus audiencias, contando anécdotas y cumpliendo
peticiones.
Como otros cantantes afroamericanos, encontró en Marian
Anderson una fuente de inspiración, y empezó cantando en su iglesia local,
mostrando al mismo tiempo un gran talento con el piano, que empezó a tocar ya
con cuatro años. Cuando debutó públicamente en un recital de piano a los diez
años, sus padres, que se habían sentado en la primera fila, fueron obligados a
moverse para que otros asistentes blancos ocuparan sus lugares. Este tipo de
condiciones de vida la motivarían más adelante a involucrarse en el Movimiento
por los Derechos Civiles.
A los diecisiete años, Simone se mudó a Filadelfia, en el
estado de Pensilvania, donde dio clases de piano y acompañó a varios cantantes.
Gracias al apoyo de varios patrocinadores, entre ellos su antiguo profesor de
música, pudo estudiar piano en la prestigiosa Escuela de Música Juilliard en la
ciudad de Nueva York, pero la falta de recursos le impidió alcanzar su sueño de
convertirse en el primer pianista negro de concierto de los Estados Unidos. Más
tarde se presentó a una prueba para estudiar piano en el Instituto Curtis, pero
fue rechazada. Simone estaba convencida de que se la rechazó por ser negra. De
Nueva York su familia se trasladó a Filadelfia, donde intentó conseguir una
beca, pero fue rechazada también por el color de su piel.
Entonces, Simone se acercó al blues y al jazz, tras empezar
a trabajar en un club nocturno de Atlantic City para ayudar económicamente a su
familia.
El nombre artístico de Nina Simone lo adoptó en 1954 ; Nina
(procedente en español de la palabra niña) era el alias que le había dado un
novio y Simone lo tomó de la actriz francesa Simone Signoret a la que había
visto en la película Casque d'or.
Se dio a conocer a un público más amplio gracias a su
interpretación de la canción I Love You Porgy de George Gershwin, que se
convertiría en su único éxito del Top 40 de Estados Unidos. Después vendría el
sencillo My Baby Just Cares for Me (que sería un éxito en los 80 en Inglaterra
al ser usado en un anuncio comercial del perfume Chanel No. 5).
Durante los 60, Simone estuvo involucrada en el Movimiento
por los Derechos Civiles y grabó algunas canciones políticas, incluyendo To Be
Young, Gifted and Black (interpretada después por Aretha Franklin y Donny
Hathaway), Blacklash Blues, Mississippi Goddam (en respuesta al asesinato de
Medgar Evers y al ataque terrorista a la iglesia de Birmingham, Alabama, en
1963, por parte de supremacistas blancos y que se saldó con la muerte de cuatro
niñas negras), I Wish I Knew How it Would Feel to be Free y Pirate Jenny, de
Kurt Weill, situada en un hotel del sur.
En 1961, Simone grabó una versión de la canción tradicional
House of the Rising Sun, que también grabarían después Bob Dylan y The Animals.
Otras canciones que la
hicieron famosa fueron I Put a Spell on You, Here Comes the Sun de Los Beatles,
Four Women, I shall be released, y Aint got no (I got life). La
versatilidad de Nina como artista es evidente en toda su música, que
frecuentemente tenía una simpleza equivalente a la trova. En un mismo
concierto, iba de los temas tipo religioso (gospel) al blues y al jazz, de
temas como For All We Know, números de estilo europeo clásico y figuras de
contrapunto. En 1968 el tema Sinnerman de Simone apareció en la película de
Norman Jewison The Thomas Crown Affair, lo que llevó su música a audiencias
mayores. La nueva versión de la película rodada en 1999 con Pierce Brosnan y
Rene Russo volvió a incluir a Simone. Otras películas han utilizado Sinnerman
en su banda sonora, como Inland Empire de David Lynch y Cellular de David R.
Ellis en 2004.
En septiembre de 1970, Simone abandonó Estados Unidos en
dirección a Barbados, tras desacuerdos con agentes, compañías discográficas y
con la Agencia de impuestos norteamericana (Internal Revenue Service), que ella
atribuía al racismo de la sociedad estadounidense. Regresó en 1978, cuando era
buscada por evasión de impuestos (se había negado a pagarlos durante varios
años como protesta a la Guerra de Vietnam), por lo que volvió a Barbados, donde
mantuvo una relación sentimental con el primer ministro Errol Barrow. En los 80
cantaba regularmente en el club de jazz Ronnie Scott de Londres. La cantante y
amiga de Nina, Miriam Makeba, la convenció para ir a vivir a Liberia.
Posteriormente residió en Suiza y Holanda antes de establecerse en
Aix-en-Provence en el sur de Francia en el año 1992.
En 1992 apareció la autobiografía de Nina Simone titulada I
Put a Spell on You.
Sus acompañantes habituales durante esta época fueron
Lepoldo Fleming (percusión), Tony Jones (bajo), Paul Robinson (batería), Xavier
Collados (teclado) y su director musical Al Schackman (guitarra).
Nina fue una de las estrellas de festivales como el Nice
Jazz Festival de 1997 y el Thessalonica Jazz Festival en 1998.
En el Guinness Blues Festival en Dublín en 1999 su hija, Lisa
Celeste, actuó como "Simone", cantando a dúo con su madre algunos
temas.
Simone cantó con el cantante español Raphael y participó en
dos obras de teatro de Disney, cantando los temas principales de Aida y Nala en
El rey león.
El 24 de julio de 1998 Nina Simone fue la invitada especial
en la fiesta del 80 cumpleaños de Nelson Mandela. El 7 de octubre de 1999
recibió un premio a sus logros artísticos de toda una vida en Dublín.
En 2000 recibió el título de Honorary Citizenship de
Atlanta, el Diamond Award for Excellence in Music de la Association of African
American Music de Filadelfia y el Honorable Musketeer Award de la Compagnie des
Mousquetaires d'Armagnac de Francia.
En el 2009 incorporaron la canción "Pirate Jenny
(Live)", para el soundtrack de la película Watchmen.
En una emotiva ceremonia por el homenaje a Whitney Houston, la cantante británica se llevó seis premios, incluyendo álbum y canción del año; acceda a la lista de los principales ganadores
Con una apuesta superior a la edición anterior, se celebró anoche en Los Angeles la entrega de los premios Grammy. Esta vez, la fiesta sorprendió con grandes conciertos en vivo de los artistas más reconocidos de la escena musical y con presencias estelares que mantuvieron a los invitados y a la audiencia televisiva cautivada durante tres horas y media.
La gran ganadora de la noche fue la británica Adele. Con seis premios, igualó a Beyoncé como la artista femenina más premiada en una misma ceremonia. Los honores incluyeron álbum, grabación y canción del año, así como mejor interpretación pop solista y mejor video musical corto por "Rolling in the deep". Su álbum "21'' también recibió el gramófono al mejor álbum pop vocal.
Adele salió triunfante de su primera actuación pública desde que una operación de las cuerdas vocales la obligó a cancelar una gira. A quienes se preguntaban si su voz seguía siendo la misma, respondió cantando "Rolling in the Deep" en un segmento que le mereció una ovación de pie.
Adele es una de las jóvenes compositoras británicas de más talento que hay a día de hoy en activo. Demostró su talento con creces en 19, su debut, que en 2008 cosechó críticas más que favorables y vendió más de un millón de copias, detalle nada desdeñable para una cantante que no busca copar las listas de éxitos a través de melodías facilonas o de una suscripción vacía e interesada a la tendencia del momento.
En este sentido, Adele no es que vaya contracorriente, es que ha creado su propio hilo conductor en el que prima la sensatez, la narratividad y la sencillez a la hora de contar sus historias, alejada del panorama más comercial actual pero no por ello desapercibida o imperceptible. La discreción con la que esta cantante lleva a cabo su carrera no es más que otro voto a su favor y un estímulo más para sumergirse en 21, su nuevo disco, y toda una pequeña joya a descubrir.
Soul, elegancia, talento
Decir brit soul posiblemente traiga a más de uno a la cabeza la figura de Duffy, pero mucho me temo que Adele le da sopas con onda en este aspecto. Si las comparaciones son posibles, aunque odiosas, en este caso la autora de 21 suena muchísimo más original, natural y carente de necesidad alguna que la empuje a crear un producto más que una historia.
Ella misma define su estilo como “heartbroken soul“, y razón no le falta. La tónica predominante a lo largo de todo el disco es la ruptura, el desengaño, las miradas nostálgicas a un tiempo pasado tan lejano que ya no se sabe si fue real o producto de una imaginación demasiado activa. Sin embargo, la mirada con la que afronta en 21 cada instante es mucho más madura, más prístina, que en 19.
Qué difícil me parece componer un disco en el que el tempo general tiende a lento y en el que las baladas son tan esenciales, tan minimalistas, que un piano y una buena voz hacen que cualquier otro añadido que pudieran haber incluido carezca de sentido por completo. La letra, magníficamente interpretada por Adele, cobra tal magnitud que es imposible retraerse a las imágenes que evoca y que nos llevan en un viaje por todo el disco con fluidez y con algunos altos sencillamente increíbles como este ‘Someone Like You‘, de cara al último tercio del álbum.
21, piano y voz, y todo lo demás sobra
Cuando tienes algo bueno que contar no necesitas adornarlo. Necesitas que se te escuche y no perderte por laberintos de arreglos, producción y edición que conviertan todo en un sucedáneo de lo que realmente querías decir. Adele tiene muy clara esta premisa en 21, y cada vez que necesita que se le escuche se acompaña simplemente de un piano, y en algún caso excepcional de una orquestación sencilla y en absoluto recargada o superpuesta a la base fundamental de la canción.
En un tracklist donde abundan, como hemos dicho, las baladas honestas, sencillas, destaca ‘Set Fire To The Rain‘, con una instrumentación más abundante pero que, por difícil que parezca, mantiene ese minimalismo, esa premisa de usar sólo lo inmediatamente necesario para dar color y complementar la voz de Adele. Y el resultado es genial.
Adele ha logrado algo que pocos consiguen, y es subir el listón tras un debut realmente bueno. Si 19 fue una apuesta interesante de una cantautora jovencísima llena de ideas y conceptos que sabía transmitir con sentido y sentimiento, 21 es la confirmación de que todo aquello no fue una afortunada coincidencia. Imposible no sentirse reflejado en alguna de esas historias.